07 abril 2020

HIMNOS Y CANTOS EME de la CU


PAUTA HISTORICA  PARA  HIMNOS  Y  CANTOS


CÓDIGO DE AMOR UNIVERSAL TOMO II 

CAPÍTULO DIECISÉIS 

Por    el  presente,  y  en  atención  al  cumplimiento  de  la  justicia; conforme  con  el  sentir  de  gratitud,  reconocimiento  y  amor  debido al  Creador,  la  cosmogonía,  Sión  centro  y  Padre  en  la  materia  de  la nebulosa  Vía  Láctea  a  que  pertenecemos,  al  Sol  nuestro  Padre  en la  vida  orgánica  que  nos  regula  la  luz  y  el  calor  de  los  hermanos mayores  y  de  luz  que  fueron  nuestros  maestros  y  mesías,  se  decreta: 

Artículo 1°  


Que  los  cantos,  himnos  y  plegarias  que  a  continuación  se  dan,  son  la  síntesis  de  la  verdad  histórica  emanada  de  los archivos  de  la  cosmogonía  y  han  de  ser  respetados  sin  alteración substancial. 


Artículo  2°


Que  la  música  sea  expresión  de  la  letra  en  consonancia  con  las  vibraciones  del  espíritu  en  cada  caso,    debiendo expresar  alegría  y  recogimiento  del  alma  enamorada  de  Eloí,  por sabiduría y sentimiento. 


Artículo  3°


Que  los  poetas  y  cantores  de  las  maravillas  y  grandezas  de  la  Creación  en  general  y  de  la  Comuna,  pueden  historiar en  sus composiciones  los  cantos  presentes  que  son esencia  de  las cosas,  al  fin  de  la  universal  comprensión  de  todos  sus  hermanos  y para  mayor  amenidad  y  progreso  de  la  literatura;  pero  no  se  han  de emplear  palabras  o  tecnicismos  que  la  poesía  necesite  sino  señalándolos con un asterisco explicativo de su significado. 


Artículo 4°


Las  composiciones  han  de  ser  hijas  de  la  inspiración más  que  del  compuesto  rítmico  o  literario,  pues  deben  expresar  un sentimiento  y  no  ser  un  mero  juego  de  palabras  que,  o  mata  al  sentimiento o no dicen nada nuevo o de interés. 


Artí 5°

La  poesía  no  es  una  profesión:  es  una  facultad  que va  unida  a  la  elevación  de  espíritu;  pero  no  excluye  esto  al  poeta  del desempeño del oficio o carrera de provecho material a la Comuna. 

Artículo 6°


La  música  es  una  alta  profesión  para  los  maestros compositores  pero  no  para  los  ejecutantes  u  obreros  instrumentales y  tienen  éstos  el  deber  de  asistir  a  los  talleres  y  oficios  de  trabajo  manual;  pero  si  componen  número  en  las  bandas  obligadas,  el  Maestro Director  les  ordenará  las  horas  de  estudio  y  ensayo  en  las  cuales no  acudirán  al  trabajo  manual,  para  lo  que  el  Maestro  autorizará  al Director. 

Art.7°


Cuando  un  poeta  hubiera  recogido  una  inspiración para  un  himno,  canto  o  plegaria    que  hubiese  de  ponerlo  en  música, lo  mismo  que  una  ópera  o  representación  escénica,  presentará  su libreto  al  Maestro  Intendente,  éste  al  Regional  y  éste  al  Maestro Músico  que  creyera  conveniente,  o  a  varios,  los  que  decidirán  de su  mérito  artístico,  científico  y  espiritualidad;  y  si  estuviera  conteste que  es  una  obra  de  mérito  en  el  conjunto,  lo  participarán  al  Maestro Regional,  éste  al  Intendente  y  éste  al  autor  del  libreto,  ordenándole ponerse  de  acuerdo  con  los  músicos  para  corregir  lo  que  en  buen juicio  hubiera  y  al  propio  tiempo  comunicarles  lo  más  expresivos posible los tonos y melodías que él sintiera al escribir. 

Art. 8°


En  la  Comuna  se  persigue  el  más  alto  progreso  y el  máximum  de  la  espiritualidad;  no  se  escribe  literatura,  música,  ni poesía,  para  vivir  de  ella  como  ha  sucedido  en  el  tiempo  pasado; se  escribe  para  la  mayor  belleza,  armonía  y  civilización;  para  seguir la  inspiración  del  espíritu  con  el  que  hemos  de  adorar  en  verdad  a Eloí  y  en  ello  recrearse  nuestra  alma.  Esto  es  lo  que  tendrá  presente todo  hijo  de  la  Comuna,    y  es  el  fin  que  debe  perseguir  en  sus  escritos  y  composiciones  literarias,  poéticas,  y  musicales,  al  igual  que la  persiguen  todas  las  ciencias  que  tienden  a  arrancar  secretos  a  la naturaleza,  con  lo  cual  nos  elevamos,  por  grados,  a    nuestro  fin  y  en ello se complace  Eloí. 

Art. 9°

Por fin, se manda  hacer  distinción  en  las  composiciones  musicales  aún  con  los  himnos  y  cantos,  siendo  de  toda  la mayor  inspiración, armonía y severidad,  los  cantos de la Pascua Máxima, le seguirán los de la Pascua Grande  y  de  la  Libertad,  pero el  canto  donde  los  músicos  han  de  rayar  a  la  mayor  altura  es  en  la evocación  al  Espíritu  Creador  con  el  que  se  iniciarán,  en  la  víspera, todas las fiestas y deberán tomar parte con gran número de voces. 


ART. 9º - Por fin, se manda hacer distinción en las composiciones musicales aún con los himnos y cantos, siendo de toda la mayor inspiración, armonía y severidad, los cantos de la Pascua Máxima, le seguirán los de la Pascua Grande y de la Libertad, pero el canto donde los músicos han de rayar a la mayor altura es en la evocación al Espíritu Creador con el que se iniciarán, en la víspera, todas las fiestas y deberán tomar parte con gran número de voces. 
ART. 10º - La evocación al Espíritu Creador invitándolo a nuestras alegrías y fiestas como Padre entre sus hijos, y con él todos sus consejos que lo representan, ha de revestir la mayor solemnidad y deben hacerlo todos los hijos de la Comuna a la vez en la hora fijada y que se hará en la Casa Comunal o en la plaza de la tribuna según lo dispondrá el Maestro y es el que sigue: 

Ven Espíritu Creador único santo 
Ven Padre entre tus hijos, oye su canto 
Que alegres te llamamos y nuestras almas De tu amor se saturen en Paz y calma. 

Venir mundos infinitos 
Hender las constelaciones Plañir los cantos divinos Y unir vuestras oraciones. 

Venir Consejos del Padre 
Traer la sabiduría Para ofrecerla a mi Padre Con la mía pequeñita. 

¡Espíritus Libres¡...Venid 
Poetas venid y cantad, 
Venid ingenios, venid, ¡Liras sonoras¡...vibrad. 

Patriarcas y profetas, hasta Adán 
De Eva hasta el primero que vio luz, Llegar los hombres fuertes como Juan, 
Y los enamorados, con María y con Jesús. 

Montes y collados, ríos y mares 
Bosques y jardines bañados por el sol Y todo lo que vive de la tierra Madre Oíd y con el hombre, llamar al Creador. 

Y tú, sol refulgente Que vida y luz nos das... 
Este era un mundo agreste 
Hoy ya es suave pendiente Y el hombre ya consciente, Al Padre, por ti va. 

Espíritu de Verdad que con tu ancla 
Al Padre representas y puedes ir 
Al centro de los centros y las plegarias De sus hijos recoges y llevas a Eloí. 

Ven ya entre nosotros y la alegría 
De los terrestres lleva al que es la suma Del Amor eterno y la sabiduría Y ofrécelo en nombre de esta Comuna. 

Oye Padre la voz satisfecha 
De tus hijos que en la Tierra están Y te invitan alegres por Eva Su madre y su padre Adán. 

Nos sacaste ya del cautiverio 
Y vivimos la santa igualdad 
Y queremos tener el imperio Del Amor y la Libertad. 

Ya sabemos que Eloí es la herencia 
Por el testamento que nos dio Abraham Y tu ley de amor manifiesta, Por el Juez el Espíritu de Verdad. 

Pues somos tu hacienda... 
Ven, Padre Eloí... Ven, y comparte en la fiesta De este jardín. 

Tú salvaste a tu pueblo,¡ Señor¡... 
Ven, bendice tu heredad Y la abundancia será 
En justicia, Paz y Amor. 

Ven Padre y oye por fin Nuestra plegaria consciente,  De tus hijos inconscientes... 
¡Ten piedad¡...¡No conocen a Eloí¡ 

Ven Espíritu Creador 
Y mientras a ti llegamos 
En tu heredad trabajamos Y de continuo clamamos Por otra mejor mansión. 

Hágase la paz en nuestras almas Y nuestro Espíritu se eleve a ti. 
De nuestro amor suban las llamas 
Hasta tu trono, para tu gloria. ¡Oh, Eloí¡ 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 


A la solidaridad 

ART. 11º - El canto a la solidaridad y la cosmogonía es la confesión de nuestro reconocimiento de la unidad formada entre los mundos de la Cosmogonía con nosotros los  hombres de la Tierra, recién salidos de la infancia; tenemos que reconocerles su amor por los ruegos que dirigieron al Padre por nosotros durante nuestras luchas de los seis días de trabajo; de sus enseñanzas en el séptimo y de su constante amor. Se invoca también la solidaridad, en la unión de pensamientos de todos los hijos de la Tierra, que por el trabajo logramos llegar a la Comuna. El canto será el tenor que sigue: 

Mundos que nadáis en luz 
Ciudades del infinito 
Bellas rosas del jardín 
Del eterno Amor del Padre 
Que de la ley es la base 
Que os une al Benjamín 
Por el Credo Espiritismo 
Única verdad y luz. 

El Benjamín que es la Tierra 
Ya está en la solidaridad 
Con vuestras grandes esferas 
Y canta en comunidad 
El Amor y Libertad 
Y camina en las verdades 
Que de esos centros trajera 
El Espíritu de Verdad. 

Luchaba esta humanidad 
Envuelta en su negra bruma; 
Se balanceaba en la cuna 
Y mil veces pereciera, 
Si vuestro amor no les diera 
El valor a los mesías, 
Y tras Jesús y María 
El Espíritu de Verdad. 

¡Ya la Tierra se ve en el espacio¡... 
¡Ya sus hombres estudian verdad¡... 
Y engastada está cual topacio 
A la inmensa solidaridad. 
Ya los hijos evocan al Padre 

Ya le cantan amor y alegrías 
Y conocen su rango de grandes 
En la unión de la cosmogonía. 

Ya se ven los que no se veían 
Trabajando en las sombras envueltos 
Y figuran sin desarmonía 
En el santo y divino concierto. 

Los que ayer ignoraban su fin, 
Hoy comprenden su eterno destino 
Y saludan y cantan a Eloí 
En la unión del Espiritismo. 

Salve fulgores de luz 
Grandes mundos de la cosmogonía 
Vuestra luz, nos la trajo Jesús, 
Vuestro amor, nos lo trajo María. 

Ya la Ley poseemos de Amor 
Y fuimos la eterna verdad 
Que dictó al Anticristo y juzgó 
A la Tierra el Espíritu de Verdad. 

Ya los hombres se unieron gozosos 
En familia y solidaridad 
Y a Eloí ya no llaman llorosos 
Porque gozan de la libertad. 

Venid hombres del mundo, cantar 
Demostrad vuestro bien y alegría; 
Saludad en amor y unidad 
Y vivamos la cosmogonía. 

Mundos que nadáis en luz 
Que nos visteis con el Cristo 
Y afrentados en la cruz... 
Ya derribamos los mitos 
Y unimos nuestra oración 
A los mundos infinitos 
Para Eloí Dios de Amor. 

¡Salve gran Cosmogonía¡ 
Cantemos, cantemos hosanna a Eloí 
Y juntos elevemos nuestras alegrías
Al único Santo, al sabio y eterno 
Autor de armonías que no tienen fin. 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 


ART. 12º

El canto a Sión es la gratitud, reconocimiento y admiración. Es el centro de luz del Plano Primero y en él tiene su asiento el Espíritu de Verdad, con su tribunal que forma el Consejo del Padre. La astronomía, hasta hoy, lo llamó Sirio: pero la comuna lo llamará Sión que es su nombre en el universo. Allí está el archivo de los mundos del plano primero y por lo tanto el de todos los espíritus y encarnados; lo que quiere decir, que allí se nos distribuyen en justicia nuestros méritos y nuestros cargos. Hasta hoy, el hombre de la Tierra, ha vivido ajeno a esta verdad, por la falsedad de las ciencias y códigos religiosos, por lo que, la Comuna que lo conoce, debe dirigirse cada día a ese centro, en acción de gracias y petición; sea el canto popular de música dulce, suave y armoniosa para diario y para las solemnidades grandes, una obra de mérito; la letra así y dentro de este canto. 

¡Faro de luz potente y fosfórea 
Que la Vía Láctea iluminas y gobiernas 
Y riges nebulosas siete y media 
De mundos y humanidades llenas!... 

¡Mundo de dichas y luz divina 
Donde la noche ni el dolor caben! 
Donde se asientan la verdad y la justicia 
Y el que el secreto del Padre sabe... 

¡Mundo que llevas por el espacio 
Infinidad de mundos y humanidades 
Que titilan y fulguran cual brillantes y topacios 
Y brillan por la luz de tus raudales!... 

¡Mundo de encantos y dulzuras lleno 
Eres el astro generador de nebulosas 
Y en ti mora el que al Plano Primero 
Ilumina con su sabiduría y luz propia!... 

¡Mundo que de asiento sirves 
A Profetas Apóstoles y Mesías 
Cuando pueden holgar de sus lides 
O estudian sus planes y toman medidas!... 

¡Mundo que siendo el archivo de los mundos 
Que los liberas por la justicia; 
Desconocido eres y te creen mudo 
Los mundos que viven en la malicia!... 

¡Mundo del que a la Tierra vino la luz 
Y el Sol de los soles materia tomó 
Y de él recibiera mandato Jesús 
Y el Juez, la sentencia, también la donó!... 

¿Por qué la ignorancia y el loco delirio 
Llamó en su equívoco la estrella de Sirio?... 
¿Acaso tu nombre de la gran Sión 
No lo puso a un monte haciendo traición?... 

Testigo es el monte de Jerusalén 
Que el augusto nombre la Tierra lo oyó 
Mas ya Sirio queda en Zorobabel 
Y queda fulgente la grande Sión, 

Las ciencias hablaron muy poco de Sirio 
Porque los prejuicios de la religión 
Y su gran malicia y el falso principio 
Dijo “Estrella Sirio” en vez de Sión. 

Mas desde hoy la Tierra ha de conocerte 
Y sabrá que eres el generador 
De la Vía Láctea, de mundos y seres 
Y un centro del Padre; ésta es Sión. 

Salve lucero plateado 
Mágico mundo de dicha y de luz 
Hasta ayer fuiste ignorado 
Y la culpa tienen el Cristo y la cruz. 

Salve Sión bendecido 
Por la gran cosmogonía, 
Te saluda la tierra convencida 
Que de ti recibe la sabiduría. 

Salve Sión, primer hijo 
Del Padre en el plano primero, 
Tus mujeres dan cien hijos 
Y eres el centro de misioneros. 

Ahí la noche no existe 
Ahí está la sabiduría 
Ahí descansan Jesús y María 
Y de ahí a la Tierra dijiste

 
Ama a tu hermano como a ti mismo, 
Adora al Padre en espíritu y verdad 
Y el Sinaí de este hecho es testigo; 
¿Mas quien lo dijo? El espíritu de Verdad. 

Éste que a la Tierra vino 
En nuestros siglos de hierro 
Nos ha marcado el camino 
Inequívoco y certero, Con un principio divino. 
“¿Qué aprovecha el mundo entero 
Si el alma pierde su derrotero?” 

Y de Sión es Maestro 
El que a la Tierra eso dijo: 
Sé pues Sión nuestro puerto 
Y bendice a éstos tus  hijos. 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 

ART. 13º

El canto al Sol, debe hacerse todas las mañanas por cada uno en particular; pero en las casas comunales, lo harán en comunidad y por todos los hijos del trabajo; el Sol es nuestro centro primero y la Tierra es una hija directa de él, como todos los mundos de su sistema; él procede de Sión como todos los sistemas y constelaciones que pueblan la Vía Láctea; el principio lógico impone elevarse de efecto en efecto hasta la causa y no puede el hombre llegar al centro generatriz sino por escala sucesiva de centros derivados; los centros o soles que mantienen y arrastran un sistema de mundos, proceden de otro mayor; aquel de otro, hasta el originario. 

El Sol es, pues, nuestro Padre en la vida orgánica, por la cual el espíritu cumple misiones de Creador; es pues el primer deber del hombre en la Tierra, saludar al Padre de nuestra materia y pedirle el progreso de que él disfruta y de él, elevarnos cada vez más a la conquista de la sabiduría. 

Al efecto, débese hacer una música sencilla, armoniosa y familiar, para que al despertar, se oiga por todos los hogares y mientras se disponen al trabajo los hijos de la vida activa; no quiere decir que todos tengan que cantar, pero sí todos hacer el saludo y peticiones, conforme a la siguiente letra. 

Astro del día, vida y salud 
Dame alegría, dicha y virtud 
Yo te saludo ¡Oh Padre Sol¡... 
Rige mis actos, hacia mi Dios. 

Cruzas los cielos y al centro vas, 
Dame a mí el celo, de ir donde vas, 
Tú amas al Padre, yo te amo a ti, 
Porque tú sabes, ir a Eloí. 

Ves el trabajo, ves el sudor 
De estos tus hijos, bendícelos. 
Cuando saliste de la Sión, 
Ya nos llevabas en posesión. 

Cuando la Tierra, ígneo gas, 
Aún sin estela, vivía ya,
Sólo una niebla de ti salió; 
Mas tu potencia, la solidó. 

La Ley eterna de afinidad 
Le dio a la Tierra la humanidad 
Esta en su infancia mucho luchó 
Mas la justicia, la luz nos dio. 

Salve astro grande 
Que en tu carrera 
La vida llevas 
De mundos mil 
Y humanidades 
Que ellas encierran. 
En luchas fieras... 
Yo, ya vencí!... 

Yo te saludo 
Padre amoroso Hijo dichoso 
Del gran Hellí, 
Porque tú encierras Y eres fecundo 
De vida y fuerzas... 
¡Dámela a mí!... 

Tú que a las plantas 
Las fecundizas 
Y traes los frutos 
De las semillas... 

El hombre es planta; 
Es un arbusto... 
¡Has que dé frutos 
Para Eloí!... 

Tú que a los montes De luz coronas 
Y a las flores 
Das las aromas... 


Pues son los hombres 
Las ricas rosas... 
¡Dale olores 
Por Eloí!... 

Tú que en tus rayos 
El día anuncias 
Y ellos pronuncian 
Al Dios de Amor... 

¡Da a nuestras almas 
El fuego sacro 
Que en tus penachos 
Pone Eloí!... 

Tú que repartes 
Con equidad 
La vida y luz 
En tus efluvios

Y estamos tristes 
Los días nublos... 
¡Has mi alma luz 
Por Eloí!... 

Tú que iluminas 
La Tierra toda 
Como morada 
Que es sólo una
 
¡Bendice, Padre, 
En tu alborada 
Esta Comuna 
Por Eloí!... 

Pues que al nacer 
Tú nos bendices 
Y nos predices 
Nuestro alto fin

¡Inflama en llamas 
De Amor Divino 
Que es el camino 
Que va a Eloí! 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 

ART. 14°

Por el amor existen los mundos y el fin de éstos es el hombre; por lo que, el hombre es el efecto del amor del Creador: así pues, la Ley eterna es Amor y es única como la causa: por lo cual, el hombre tiene que vivir del amor como hombre y como espíritu, y en estos dos nombres están representadas las dos potencias, que son una sola y  misma cosa en grado diferente, pero sólo una sustancia existe. 

El grado diferente es, que uno tiene la dirección de los actos y el otro la ejecución de los actos: más claro; el uno es la fuerza impulsora que mueve la máquina y el otro es la máquina, que anda si la fuerza le manda y que se ésta queda si la fuerza falta. 

Materia es la máquina, materia es la fuerza: la fuerza sin la máquina nada obra; la máquina sin la fuerza nada obra; pero darle la fuerza y veréis la máquina hacer maravillas. 

Es, pues, la fuerza el espíritu; es, pues, el cuerpo, la máquina. Mas si la máquina no tuviera un alma, que es la ciencia que la precisa en sus movimientos, con los que se hace sensible a la fuerza motora, no marcharía; así tampoco un cuerpo de hombre, si no tuviera el alma, que es la esencia sensible de la naturaleza en el estado de materia, no obraría tampoco obra inteligente, si el espíritu no entrara en esa alma componiendo la trinidad que entonces le da el nombre verdadero de hombre; pero hay máquinas de alta perfección; igual hay hombres que sólo lo son porque en ellos está la trinidad, pero que no la han descubierto, y así no han podido ni sabido unir las dos potencias. 

A estas máquinas, no las puede mover la electricidad, ni el gas, ni aún el vapor; la sangre animal sólo puede moverlas; y sin embargo, todas son máquinas; les rige la misma ley, tienen la misma alma; la ciencia en la máquina, el amor en el hombre, y será del grado alcanzado. 

La máquina que labra tierra, cumple su fin, lo mismo que la rotativa o la fotográfica; pero no podréis con éstas labrar tierra y con aquella imprimir o retratar; máquinas son sin embargo; pero su grado es diferente. Una vive y se alimenta de lo animal; las otras de la materia, de las matemáticas y de fuerzas depuradas; pero una y otras se basan y van al mismo fin, al progreso; y van por la acción del trabajo, y el trabajo nadie lo haría, sino existiera la necesidad; y la necesidad no existiría si no hubiera hombres; y los hombres sólo no pueden existir, si no existe el amor en uno u otro grado; si imperfecto será material; si perfecto en relación, será espiritual; pero no son dos amores; es un solo amor;  solo que el ignorante lo materializa y lo enloda y el sabio lo espiritualiza y abrillanta y santifica, hasta en la carne. 

El amor de la carne, pues, es ineludible ley  y de él depende la vida de los seres (después de la primera aparición en los mundos en las mágicas bolsitas o huevos) y es el primer incentivo de la unión de los seres; es la base de las humanidades; es el galardón al trabajo de la materia, cuyo goce lo recibe por el alma. 

Así, el  amor de la carne, es la base del amor espiritual y es el mismo amor y por lo tanto es santo, y por serlo, debe tomarse con justicia, en la afinidad de los seres, para el cumplimiento de la Santa Ley de la procreación y galardón de la materia ejecutora de las obras del espíritu. Se ordena pues que se cante en amor, al amor del Padre, al del espíritu y al de la materia. 

La letra que sigue es el canto al amor, en general, por el amor del Padre y en ella han de inspirarse todos los que canten al amor en la afinidad de los seres; y en la Filosofía Enciclopédica encontrarán páginas de los mundos mayores, donde la mujer canta amor a su afín. Las músicas, para estos cantos, han de respirar el sentimiento y el anhelo santo, por la ley. 


¡Mundos del infinito 
Liras del firmamento 
Que vibráis en el concierto 
De esa tan gran armonía 
Que rige la Ley de Amor!... 

¿Dónde se encuentra el autor 
De esa tan gran maravilla 
Y mágico movimiento?... 
“Está de las almas dentro 
Aún del hombre pequeñito”. 

¿Y cómo puede caber 
Encerrado en mí, mi autor? 
“En ti se encierra y lo ves 
Cuando haces obra de amor, 
Porque el amor es su Ley

Y en todo, el hombre ha de ver 
Al Creador en su amor; 
Y el que del amor no vive, 
Perderá todas sus lides; 
Pero volverá a nacer”. 

Puesto que de amor nacemos 
Y sólo amor es la vida. 
Amor, en amor cantemos,  
Al Amor que nos da vida. 
¡Salve autor de los amores! 

Salve amor que hace armonías. 
Salve amor que engendra hombres. 
¡Salve amor que santificas! 

Nuestras acciones y pensamientos 
En este pequeño valle 
Que ya es ciudad de concierto. 
Que canta amor y alegrías 
Al autor de los amores, 
Por el amor...¡amor!...salve... 

El Amor que une a los seres 
Es amor santo que el Padre nos dio, 
Y aunque en la carne se mece, 
En el espíritu crece... 
Y sirve de base, para ir hasta Dios. 

Condenar el amor de la carne, 
Es negar la Ley que el Padre le dio 
Y condenan a su misma madre, 
Los que son cobardes... 
Los que se sustraen de este santo amor. 

El amor de la carne es base 
Del amor divino y es ley que se da, 
A los seres que serán los padres 
De hijos bendecidos, por la afinidad. 

¡Oh santo amor que nos creas 
Los cuerpos que son el arma 
Con los que trabaja el alma 
Y el espíritu se eleva!... 

¡Oh santo amor que procreas 
Por ley que es de la materia 
A la que el padre le diera 
Encantos de su belleza!... 

¡Ya cantamos tu grandeza!... 
¡Ya no es función de bestias 
La unión del hombre en parejas, 
Es Ley que dio el Creador! 

Es base del puro amor 
¡Y es la Ley que a Dios nos lleva!... 
Despierta el amor Divino, 
Toda la naturaleza: 

El Sol, en sus arreboles; 
La joven, en su belleza 
Que despierta amor al hombre; 
La madre que en su regazo 

Da pecho al hermoso niño, 
Que es fruto de sus amores; Los pájaros y las flores, Con su aroma y con sus trinos. 

Enciende en amor Divino Al hombre que busca luz, 
La gran obra de Jesús; 
Y arde la mujer sufrida 
Que comprende su destino, 
En el amor de María; 
Porque ambos son el jalón 
Del camino del amor 
Para llegar a Sión, 
Asiento de la verdad. 

De allí emprendemos camino 
Con seguro derrotero: 
Allí encontramos maestros 
De Paz y Amor verdaderos 

Que nos muestran el archivo 
Del eterno y puro amor 
Que tiene el gran Creador 
Sólo reservado al hombre 

Que supo amar en su nombre 
Y es el galardón divino. 

¡Oh santo amor!, tú eres la imagen 
De Eoí que es nuestro Padre 
Y de la madre, que el ser nos da 
De la materia, que es nuestra base, 

Yo te saludo en el infinito Y aún más allá. 
¡Oh Santo Espíritu, tú eres amor; 
Enciende el alma en la vida llama 
De que salimos y nos mantiene 

El Espiritismo, que es luz y amor Lazo divino!... 

Salve ¡Oh fuego sagrado Que fundes los corazones 
Haciendo a todos hermanos! 
De muchas familias, una: Y de razas y naciones, Has hecho la gran Comuna. Y hasta de un amor vil 
Que era el amor de la carne, 
Has hecho el amor del Padre ¡Hosanna, hosanna, Eloí!... 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 


ART. 15 – El canto del Vencedor encierra toda la historia del hombre desde el mundo embrionario hasta la salida, en triunfo, del mundo de expiación. Por lo que ha de ser la acción del gracias a Eloí y debe la música adaptarse a una marcha entusiasta que despierte el deseo de ir más allá y de animar al trabajo para el progreso; debe hacerse popular y componerse música a propósito, bajo el contenido de esta letra. 


¿De dónde vengo En dónde estoy? 
Salí del centro Y al centro voy. 

¡Oh Padre mío 
Qué triste historia!... 
Hago memoria 
De lo que fui 
Ya veo el centro 
Donde salí, 
Y a ver no acierto Como me hundí. Veo mi lucha 
¡Qué horrible fue!... Hoy mi alma escucha La voz del bien. 
Del pensamiento del Padre, 
Salí luz débil pero fulgente Y con baluarte potente, ¿Mi estirpe es grande? 
...La...de...Eloí... 

¡Oh! Voz que escucho Valor me das... 
Con ti hoy lucho 
Y luché mucho 
En mundos tres, 
Mundo embrionario 
Donde primera vez 
Me vestí de esta alma 
Que me quitó la calma A mi inocente ser... 
Pero mi estirpe es grande 
Y del mundo embrionario 
Salí por fin triunfante 
Y con instinto claro 
De qué tenía ser ...Por ...Eloí... 

Mi ser va envuelto 
En densa niebla 
Y una tiniebla 
De un mundo nuevo 
Lo hará sentir 
Que ya se mueve 
Y cuando crece 
Se muestra fiero 
¡Pobre...de...mí! 
Lucha y sucumbe 
Y se levanta 
Y él baja y sube 
De la balanza 
Toca...a su...fin. 

Mi estirpe es grande 
Siento a mi padre 
Su voz me llama 
Vibra en mi alma De negro hollín. 
Pero ya el rayo 
Y los volcanes 
Los huracanes 
Y hasta el reptil 
Me declararon 
Que el que llamaba Era mi padre... 
Mi estirpe es grande 
Pues quien me amaba 
...Era...Eloí... 

Mi alma espeso Tosco cinabrio Sólo es materia... 
Del embrionario Mundo primero 
¡Sólo eso encierra!... ¡Pobre de mí!... 
Pero presiento 
...a...Eloí... 

Entró de nuevo 
En vida nueva 
Mundo de Prueba Ya es el tercero... ¿Qué hice aquí? Caí de nuevo 
Maté a mi hermano 
Me hice más ciego Pobre...de...mí... 

Pero los truenos 
La luz del rayo 
El crujir sordo 
Del simoún... 
La horrible fiera 
Que al paso cierra Al hombre torvo 
Que habla Uf...Uf... Se van domando... 
Ya es menos fiero 
Y cae luego En un letargo Que es de aflicción. 

¿Quién vence aquí? La materia es fiera 
El alma materia viste, ¿Habrá olvidado su estirpe el que en el alma se encierra? ¿El diamante envuelto en tierra Subirá a la superficie?... 
Tiembla aquel mundo 
El volcán desfoga 
Sube la tromba 
De agua y humo 
Y aquí recuerda 
Que hay otro ser 
Que en otra brega 
Lo presintiera 
Y juró en esta  Reconocer. 

Y en fragor de esa lucha, 
El alma por fin escucha 
La voz en la superficie 
Que de su interior le dice 
Cede porque no podrás 
Nada en contra del que dice Yo soy el señor tu Dios. 
Y entonces pudo cantar Aunque sumido en dolor... 
Mi estirpe es grande No me perdí 
Porque mi Padre 
Es...Eloí... 

Ya reconoció a su Padre 
Pero está tan recargado Que ni una cuenta pagó. 
Y en los mundos que dejó 
Solo de carne vivió Y también debe a la carne: 
Mas la lucha fue tan grande 
Que merece compasión 
Y un mundo de transición 
Le ha servido de descanso 
Que le servirá de paso 
Al mundo de expiación 
Que le preparó su Padre 
Y en este debe pagarle 
Al amor, con el amor, 
Hasta llegar a su autor Que ...es...Eloí... 

El hombre ha visto 
La luz del sol 
Sobre la Tierra 
Que Dios le diera 
En expiación 
De su delito; 
Mágica obra 
Aunque terrón 
Y un tanto agreste, 
Es maravilla 
Porque un sol brilla Que da calor 
Al hombre imberbe 
Y ...la mujer 
Que antes cazara En la algazara Ya le da amor... Y de este amor 
Que la hembra ofrece Un niño crece Que los miró... Y esa mirada 
Es llamarada 
Que los enciende 
Y al fin entienden Es ...el...amor. 

Su estirpe es grande 
Ya lo comprende 
Y ya se entienden 
Y el frenesí 
Ya no es locura 
Porque procura 
Hacer feliz La criatura 
Su miniatura 
Y vi en la hembra 
Que antes cazara En la algazara, ¡Que no era fiera!... Mas cuando vi 
Que era mi madre Grité yo...¡Padre! 
He pecado contra ti. Mi estirpe es grande Yo, venceré... Tú eres mi Padre Y me das poder. 

El primer día 
De este destierro, 
Aún inexperto 
Hice familia 
Y pagué a la carne 
La primer cuenta 
Para hacer base 
Y la gran cuesta 
Poder subir 
En tu alegría Padre Eloí. 

Mas hice un yerro El día segundo: 
Un hombre avieso 
De un Dios me habló, 
Lo creí bueno, 
Pero, él, astuto En aquel fuego De grasa lleno, 
Con aquel humo Me anestesió. 
Y el sacerdote Ruin y ladino 
Dijo divino... 
¡Por “Cirus” soy!... 
Y tomó en dote 
Toda la tribu 
Y el leño “Cirus” Lo esclavizó. 

Fue una blasfemia 
Fue una impostura 
Mas la locura Nos dominó... Y corrió la sangre ¡Oh, triste día! 
¡Oh, “Cirus” leña! ¡Triste blasfemia! Nació la guerra La paz cesó... 

Pero el guerrero 
Se llevó el pueblo Y llama al cielo Y adora al sol: Pero la carne 
Era el imperio 
Que le dio el “cirus”, 
Y el fuerte virus 
Por largo tiempo 
Lo anestesió, 
Pero la estirpe No degenera; 
De guerra en guerra 
Él vencerá 
Al “cirus” y al sacerdote, Pues tiene dotes, Él triunfará. 

Sonó la tercera edad 
Y recibimos la nueva De la amorosa Eva Y del intrépido Adán. 
Llegó el amor, ¡Viva Eva! 
Llegó el valor, ¡Viva Adán! 
Adelante humanidad 
La estirpe no degenera Acabaremos la guerra Disfrutaremos la paz. 

Y es feliz la humanidad; 
Sabe amar y tiene ciencia; Un poco más de paciencia 
Que pronto tendrás conciencia 
Del centro a donde vas, 
Porque amor, valor y ciencia 
Trajeron a tu impotencia 
Los fuertes Eva y Adán, 
Que cierran la edad tercera Con el texto de Abraham. 

Mi estirpe es grande 
Ya tengo el texto 
Del testamento 
Que dio Abraham; 
Es el concierto 
De hijos y Padre, El gran Hellí Por heredero me declaró. 

Con Abraham se inicia El día cuarto 
Y ha de ser por justicia El día de autos. 
Es Jacob el Patriarca 
El hombre de fe 
Y “Hellí” el nombre le cambia Por “Israel”. 

Éste, que emprende su marcha. Para tomar su mujer, 
Sobre una piedra descansa 
Su cabeza y de allí ve 
Aquella famosa escala 
Que al centro de Hellí llegaba 
Y subían y bajaban 
Espíritus que él los ve, 
Pero es joven y así exclama ¡Cristo!...Peligro es... 
Esta exclamación sincera... ¿Fue Jacob que la tuviera? 
Porque cirus dice cristo, 
En muchas de aquellas lenguas 
Y decir peligro es cristo, Es desplegar la bandera Contra el cirus de la treta. 
Y que Jacob la tuviera 
Se la gritara Abraham Eva o Adán la dictaran, Ya fue denunciado el cristo. 

Volvió a su pueblo Jacob 
Llamándose ya Israel 
Era el patriarca del Dios 
De la escala de Bethel. El cirus se ha denunciado ¿Se callará el sacerdote? ¿No lo tomará por dote? 
El mundo lo ha presenciado, Su pueblo fue esclavizado Pero él renace otra vez. 
Y con la vara en la mano, 
Lo libra de su tirano Hiriendo al cirus, del cristo Virus Y Hellí conforta a Moisés. 

El auto del día quinto 
Principia en el Sinaí La ley escrita dio Hellí Y es la sentencia del cristo. ¿Le cederá el rey del mito O dará una fiera nota? 
Séanos testigo el Gólgota 
Y la cabeza de Juan Y esto solo nos dirá Si era o no Peligro el grito. 

¿Qué hicieron Juan y Jesús? Ellos traían la luz 
Que marcaba el nuevo día; 
Pero aquellas armonías 
De amor, paz y libertad Nos traerían la justicia 
La historia rememorar 
Del sexto día y del quinto Y vemos al anticristo Al cirus ejecutar. 

Mi estirpe es grande 
Mucho sufrí; 
Es un enjambre 
Que me tejí 
Y en desgarrones Salí derecho. 
Pero cubierto De harapos digo... ¡Pobre de mí Soy hijo pródigo!... Mas me sentí De estirpe grande 
Y clamé...¡Padre!... 
Y ...esto...oí... 

Yo mi amor a mis hijos mandé 
Por mis hijos que saben amar Y a los pródigos recibiré Con el mismo amor paternal... 
Ven pues hijo a mis brazos, al fin Te curaste de tu enfermedad Y sabrás que yo soy...Eloí... Infinito y en la eternidad. 
Padre mío en tu casa entraré 
Como pródigo hijo que fui; Por tu amor, en amor viviré Y por siempre cantaré a Eloí. 

Hosanna Padre mío. 
En el amor seré feliz 
De los hermanos míos Que lucharon con mí: 
Y si mucho hemos luchado No siempre sucumbimos Porque por fin supimos En tu nombre vencer. 

Si esclavos nos hicimos 
En nuestra inexperincia 
Luchamos con tu fuerza Y la esclavitud rompí. 

Venir, venir, venir, hermanos míos 
Vistamos nuestras almas Del laurel y las palmas Eternas del amor. 

Venir, venir, venir conquistadores 
De luz y de justicia Con Jesús y María Cantemos a Eloí. 

Adán y Eva, Abraham y Jacob, Moisés y Elías Profetas y Juan, 
Mártires y apóstoles de amor, 
Espíritus todos con él de Verdad, Mesías hasta el Anticristo, Venir cantemos a Eloí. 

Somos de estirpe grande 
Ya vestimos la luz 
Nuestra lucha fue, muy grande Por el Cristo y por la cruz. 

Recibe ¡Padre, Eloí!... Nuestra ofrenda de amor Que la lucha fue grande Pero fui vencedor. 

Y aunque soy vencedor, Al vencido lo amé: 
Sí, Padre mío Eloí. 
Bendice al vencedor... 

El Maestro Juez 
JOQUÍN TRINCADO 


ART. 16 – El canto de exhortación a los desterrados: debe entrañar este canto, el máximo amor. El que cumple la justicia por sentencia del Padre y sufre los efectos de su error, como el que por su ceguera yace en el fango de las pasiones, debe ser para los hijos que viven en el amor del Padre, motivo de avivar su exhortación por aquellos nuestros hermanos que pasan por los tristes caminos que nosotros hemos pasado. Al efecto, debemos poner en nuestra plegaria toda la emoción de nuestras almas para lograr mover al dolor, arrepentimiento y reconocimiento del Padre, a nuestros desterrados a los varios mundos primitivos y de expiación en el día de nuestra justicia. Para el caso rememoremos nuestros pasos por los mundos primeros y nuestras caídas y luchas en éste, antes de la justicia y clamemos al Juez del Padre que los sentenció para que les lleve consuelo, luz y amor. Los cantos y las músicas han de ser profundas y conmovedoras en letra y sentimiento y sea la norma la siguiente: 

Del profundo de mi alma 
A ti Padre clamé, Y me diste la balanza Y en justicia me pesé. 
La justicia que me hiciste 
Mi conciencia me llevó 
Al camino que tú hiciste 
Que hoy comprendo que es amor. 

En los mundos primitivos 
Yo me hundí 
Hasta que por tus avisos Te reconocí. 
Nos sacaste de estos mundos 
Por tu amor 
Y nos pusiste en el mundo De la expiación. 

Seis días atroces luché 
Y horribles tragedias viví 
Iracundo y furioso a mi hermano maté 
Y aún hice festín, 
Mi locura Padre, a tanto llegó 
Que en mis obras un Dios me cree De venganzas, de odio y traición Y este Dios monstruo, sangre pidió. 

Yo seguí su consejo cruel 
Y engólfeme en el vicio bestial; Hice Diosa de carne la mujer Y el amor divino, hice amor carnal. 

El amor carnal me llevó  
Al crimen horrible del niño al nacer Ante esclavas que yo dominé Y mis hechos los anestesió. 

Fui tirano, ladino, opresor 
Y até al carro de mi frenesí Los progresos del trabajador, Que aún así hizo del mundo un jardín. 

Me llamabas y yo no te oía 
Me llamabas y yo de ti huía 
Me asustaba y arrastré a mi madre 
Temía en mi juicio, el desastre, De venganzas e iras que yo cometí, Y en letárgico sueño caí. 

Rodaba a un precipicio; 
Mas sonó la trompeta del juicio 
Potente y sonora me despertó, Resurgiendo mi espíritu envuelto Del lodo asqueroso y de negro hollín... 
Pero el timbre de aquel instrumento, Me atrajo en amor y encontré a Eloí ¡Oh Padre de Amor!... 

A tu balanza, 
Sólo el ancla De salvación 
Pudo igualarla 
Y me limpió 
Del hollín y lodo 
Y mi tiniebla 
De negra niebla 
También rasgó. 

Yo quedé alegre 
En la bella Tierra Que antes hiciera 
Morada horrible, 
Pero otros miles 
La voz oyeron 
Y a un mundo fiero Los retiró... 
Esa misma ancla 
Que en la balanza A otros salvó. 

Yo que fui de ellos 
Piedra de escándalo Pido para ellos... Tu amor sagrado 
Y que en ti vean 
Sólo a su Padre Cual yo te ví 
En aquel juicio... 
¡Acto tremendo!... En que juzgados No conocieron A Eloí. 

¡Oh tristes desterrados por vuestra ofuscación!... Oíd hoy la oración 
Oíd nuestro consejo 
Oíd al Juez supremo 
Que os brinda redención ¡Oh tristes ofuscados!... Por vuestra aberración 
Lloráis infortunados No estáis desheredados Y si sabéis curaros Tendréis la redención. 

¿Por qué habéis olvidado Que existe un Creador? 
¿Acaso esa morada 
Por oscura que era 
Vuestro orgullo la crea Ni aún, otra peor?... 
Pues todas son del Padre 
Y ahí fuisteis en justicia 
Y al fin de sufrimientos 
Tendréis el escarmiento Y entonces diréis...¡Padre!... Queremos la justicia, Y nuestra redención. 

Luchad hermanos nuestros, 
Venced vuestras pasiones, Mostrad que ya sois hombres En vuestra trinidad. 

Ejemplo es que os damos 
Oíd nuestros avisos 
Y humildes y sumisos Al padre confesar. 

Padre mío, de mí ten piedad Tus bondades desaproveché 
Mis pasiones me hundieron aquí Fui un ciego, ten Padre piedad. 

A tu Juez no lo quise escuchar Y en el Juicio aún lo apostrofé Padre mío, de mí ten piedad Y en tu amor ven...júzgame. 

Yo arrastré a mi hermano con mí 
A este mundo de lucha y fragor Y aún aquí provoqué el furor Y pequé ante el cielo contra ti. 

Mas acuérdate...Mi Padre 
Que tu hijo soy de hollín 
Vestido de mis maldades 
Convertidas en festín 
Del Dios que hice de la carne 
Que el alma me anestesió Y el sentimiento mató Y me hice ruin y cobarde Esclavizando a mi madre...! 

Confieso mi ofuscación, 
Mi confesión sincera, 
Padre de amor 
Llegué a ti 
Plañidera de mi dolor 
Olvida Padre mío 
Que ingrato fue 
Tu hijo libertino 
Que hoy pide al Juez Que lo ponga en camino De hacer el bien. 

El Maestro Juez 
JOQUÍN TRINCADO 

ART. 17 – El canto al Espíritu de Verdad encierra la admiración a su sabiduría, al amor ni igualado en todo el Plano Primero y la mayor majestad. El es el único que al Padre lleva todos nuestros pedidos y todos nuestros progresos: es el mesías regenerador y el que guarda los secretos de la sabiduría de Eloí. La Tierra, mundo afortunado, guarda las huellas de varias existencias materiales suyas y de la última que fue Xavier los preciosos restos de aquel cuerpo que consumió el amor a sus hermanos. Y en el séptimo día tiene la dirección de la Tierra. Dio asiento en Sión al Maestro  Jesús como a todos los mesías y allí dio sus cargos al Juez dirigiéndolo hasta el fin de la gran obra de redención y comuna que la tierra disfruta: en su nombre, saludamos a Eloí. Por ello los músicos deben inspirarse en las armonías del universo para su canto, y los poetas, sobre esta letra. 

Cantad cielos y Tierra Y vibre el firmamento. Templad los instrumentos Que inciten al amor. 

Descienda hasta nosotros 
El aura de Sión 
Y en raudos amorosos Cantemos ardorosos Himnos de admiración. 

Los montes y los valles 
Los mares y los ríos 
Senderos y caminos 
Hormigas y elefantes 
Los aires y sus aves 
Y todo lo que vive 
Y el reino vegetal 
Y el mineral que sirve 
De ayuda a los mortales 
Que sirven a inmortales, 
Cantad himnos, cantad 
Al Dios de las alturas 
Que creó criatura 
De tu gran majestad, 
Que el sol que nos alumbra 
Apenas es penumbra 
Y la gran nebulosa 
Apenas forma cosa 
Con su magnificencia, 
Porque es mayor la ciencia 
Luz y sabiduría 
De esa gran criatura 
Que vive en la unidad Y Eloí le confirma Espíritu de Verdad. 

Si a cantar tus triunfos como hombre fuera, La Tierra sería libro pequeño. Pero que canten las leyes que tú le dieras Y los triunfos de Roma será el bosquejo. 
¿Y tu amor y tu ciencia cantar podría? 
Sin ser sabio en amor, es vano intento: Pero lo cantó la cosmogonía Y con ella, el hombre pide tu aliento. 

En Sión resides que es de la luz Depósito del Padre que tú repartes: Diste asiento en él al gran Jesús Y a los mesías de todas partes. 
Cruzas los cielos y al Padre llegas 
Con los presentes de tus hermanos Que en alegría cambian sus penas Si amor invocan que es el mandato. 

Tú eres el faro de luz potente Con que se alumbra el plano Primero: Tú eres la fuerza omnipotente Ejecutora del Juez Supremo. 

Tú eres quien salva a los mesías 
Y regeneras los mundos todos Y les señalas el nuevo día En ley de Amor, matando odios. 

Pues a la Tierra le diste luz 
Y salvaste a sus mesías 
Te pedimos con Jesús Por el amor de María, 
Tu amor, tu sabiduría 
Y tu aliento y bendición 
Para llegar con ti al Padre 
Con palma de vencedor. 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 

ART. 18 – El canto a Jesús es de agradecimiento por su abnegación, no puede la humanidad de la Tierra olvidar sus hechos, que en la ley de Amor no puede ser desconocida. No se puede cantar a Jesús tampoco sin recordar a Juan su precursor que le preparó el camino y al sufrir su martirio le entregó su viva herencia y el fruto de su trabajo. Mas la historia de estos dos nombres encierra todo el progreso de la Tierra y la libertad del espíritu. El uno representa el Amor y el otro la fortaleza: pero Jesús asumió  los cargos del cristo, por lo que sobre él pesó la maldad de los hombres por 20 siglos, hasta que el Anticristo lo pudo descargar por la justicia del Padre. Jesús es el camino y Juan la fortaleza para andarlo y en este emblema han de inspirarse los músicos y los poetas para cantarles los himnos en marchas de triunfo y agradecimiento a sus sacrificios. Sea la norma esta letra. 

Hundida la humanidad se encontraba, 
Y corría veloz al precipicio, Mas la hora el reloj eterno marcaba, Y Juan y Jesús se aprontan al sacrificio. 

El final del quinto día señalaba 
La lujuria, el error y el despotismo 
De una religión que a Dios nombraba Y sus sacerdotes se abrogaban Descendencia y derechos divinos. 

Es esclavo el hombre y la mujer su esclava 
Y sólo el sacerdote impera en voluntad; Se ciñe las coronas los cetros y las bandas Y se hacen poderosos siendo nulidad. 
Las ciencias no mejoran, las artes se retrasan, Y así la ley divina, envuelta está en las sombras. 

  ¿Quién salvará a la Tierra  De tanta confusión? 
¿Quién domará la fiera? 
  ¿Quién sembrará el amor?  Sólo el que tiene fuerza;  Sólo el que tiene amor. 

Antulio que habló antes De amor y ciencia viva, 
Entre los sabios pedantes 
Que dominó la envidia Y le dieron la cicuta... 
¿Vendrá a ser el mesías 
Del mundo, tierra abrupta?... 
Y Elías el profeta 
Que no arredró aquel pueblo 
Teniéndolo sediento Ni con su austero ejemplo Ni con la fuerte tormenta 
¿Hará ahora la ofrenda  De ser el precursor?... 

Él es la fortaleza: 
Él vencerá a los grandes 
Que sólo su entereza 
Podrá dar la certeza 
  De hundir a los bestiales,  Aún en sus bacanales,  Dándoles su cabeza. 

Antulio, del amor 
Eva, la imagen viva 
Y Elías el valor; 
  Los dos pronto vendrían  Y otros en compañía  Salieron de Sión. 

Ya Juan va en descubierta; 
Ya sale del desierto 
Y ya su voz de trueno 
Resuena en el averno 
Y despierta al sentimiento 
La humanidad sedienta; 
Pero una vil sirvienta 
De placer pudibundo, 
  De un loco tremebundo  Alcanza su cabeza... 

Y aquella lengua viva 
  Que bien llamó “Serpientes”  A aquellos delincuentes  Cayó por la cuchilla: 
Pero dejó semilla 
De frutos que son vida 
Que han poblado el desierto 
Porque su testamento 
Lo recogió el Mesías 
Jesús, que predicaba 
Al pueblo laborioso 
Y no se dio reposo 
Pues vio que le esperaba 
El mismo desenlace 
Y en vez de amedentrarse 
Más fuerte y claro hablaba 
Y tres años más tarde Al Gólgota llegaba, Que así obra su sacerdocio. 

Amor predicó Jesús 
Y libertad redentora; 
Y aún en su última hora 
Desde la afrentosa cruz 
Probó que era la luz 
Y llamó a Helli que es el Padre 
Ante su hermano y su  madre 
Y les perdonó el delito; 
  Mas se confirmó que el cristo  Es peligro  y es la cruz. 

Allí acababa Jesús 
De apóstol su corta vida 
  Por la casta fraticida  Que siempre encubrió la luz  ¿Triunfará en esa matanza? 
No, que el “grano de mostaza” 
Lo sembraron profundo 
Y en corazones fecundos 
Y aunque 20 siglos tarde, 
  Cubrirá el monte y los valles  Y dará sabroso fruto. 

Fuerte al sufrimiento fuiste 
Como espíritu y como hombre 
  Y el ignominioso nombre  Te agobió y no es cristo  Porque peligro es el cristo  Y tú salvaste a los hombres: 
Mas el fango de ese nombre 
Que enlodó tu hermosa luz, 
  En el Cristo y en la cruz Se lavó y al fin venciste. 
La doctrina que traías 
La que de Juan heredaste 
Con tesón y amor sembraste 
En el espíritu hambriento 
De Justicia y libertad; 
Y aunque “grano de mostaza” Nadie rompió su coraza 
Y germinó y frutos da 
Que presentamos al Padre 
Cumplidas las profecías, 
Del contrato y testamento 
De nuestro padre Abraham. 

Hoy el mundo en la Comuna, 
  Ya no es el hombre en la cuna;  Y a una voz te confiesa  Vencedor en lucha fiera. 
No te adora, te venera 
Y con ti al fuerte Juan 
Cumpliendo vuestro mandato; 
  Amándose como hermanos  Y sólo al Padre adoramos  En espíritu y verdad. 

  Esta es tu palma ¡Oh Jesús!  Esto es tu laurel ¡Oh Juan! 
Y estas palmas y laureles 
  Son coronas de claveles,  Que os da la humanidad  En el día de la luz. 

  Cantad montes y collados:  ¡Canta tú humanidad!...  Porque si hoy cantas libre,  Es por Jesús y por Juan. 

Ciñámosles coronas 
De flores y de aromas 
Cantemos alegrías 
Cantemos libertad 
Al Padre que nos dieron 
  Porque decir no pudieron  Aún su nombre de Eloí. 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 

ART. 19 – Canto a María reina del amor y de las madres. Este canto encierra toda la ternura y amor de las madres y todo el heroísmo y grandeza de la humanidad, en su filiación verdadera de “hijos de Dios”: María es nuestra madre Eva y es conocida por uno u otro nombre en toda la Tierra e invocada por todas las madres al dar a luz sus hijos. Es madre en toda la ley como las demás mujeres por obra de varón y fue en la existencia en que fue María, madre de 7 hijos e hijas siendo el primero Jesús y el último Jaime o Santiago apóstol de España, en cuyos brazos expiró aquel cuerpo que tanto sufriera por la humanidad, depositando en su hijo el último beso de su amor de madre, para que éste lo diera a la humanidad de sus amores; beso que vivifica las almas y se lo da a sus hermanos hoy en este Código el temido Anticristo; y todo el que lo quiera recibir, aquél será redimido en el amor de Eloí por quien fue dado y en su nombre lo doy. 
Aquí los poetas y los músicos han de inspirarse en el arrullo y ternura de las madres y en el puro amor de Eloí para cantar a la “reina del amor”, de las madres y madre de toda la humanidad. Mucho se le ha cantado durante el sexto día; pero ha sido para denigrarla haciéndola “Madre de Dios” y “por obra del Espíritu Santo”, lo que la ponía fuera de la ley general de los seres: esto le ha hecho sufrir a su amante espíritu hasta el día de la justicia en que fue justificada por el Espíritu de Verdad y la cosmogonía y declarada “Reina del Amor, madre en toda la Ley”. 
Hay cantos sublimes dignos de ella, quitando de ellos el misticismo y los epítetos absurdos de “Virgen” y “Madre de Dios”, con lo que se dignifica a su esposo José, padre con ella de sus siete hijos, más cinco que le llevó como regalos de bodas, habidos anteriormente en su primera compañera Débora y esta consideración será bastante a deshacer la supuesta vida contemplativa que le atribuyeron los errados de la religión dogmática; pues una niña desposada a los diez y seis años, que se encuentra con cinco hijos, su esposo y ella siete y antes de un año tiene en sus brazos a Jesús, dará justa idea a las madres del enorme trabajo de la joven María, y comprenderán si podía quedarle tiempo para la vida mística, aunque por la elevación de su espíritu y su alta misión, anduviera en la presencia del Padre. 
Después de la muerte de Jesús, en cuyas ideas salvadoras se saturó la gran Madre; y repartidos los apóstoles por las naciones para continuar la obra redentora del mártir del Gólgota, a la que cooperó como correspondía a su carácter de madre y misión, faltándole el calor y el amor filial pasó el Mediterráneo y fue en busca de su otro hijo Jaime que predicaba en España y lo encontró en Salduba, hoy Zaragoza, junto a las riberas del río Ebro y en brazos del hijo, encontró el consuelo, la vida y el amor que le faltaba hasta su postrer día en la Tierra, dejando en aquella hidalga España que largos años la sostuviera y amara, su purificada materia, en galardón del amor que en sus mujeres encontró y que con ello, con su ejemplo y su consejo acrecentó y afirmó y prometió y se cumple, que estaría con ellas hasta el fin de siglos. 
Aquí, el juez del Padre, sólo puede hacer saludar a su madre y deja a los poetas y sobre todo a las enamoradas madres y a las jóvenes amantes que le canten sus arrullos y su amor, dentro de los principios enumerados en este artículo. 

De la Tierra y de sus seres 
Y sol del eterno día 
De la tierra y de sus seres Y en su nombre, madre mía, Ave María. 

De Neptuno descendiste y fuiste Eva 
Y con Adán trajiste el nuevo día 
Que marcó a la humanidad la era nueva De amor, de libertad y de justicia. 
Y en su nombre, Ave María. 

El amor y el valor que tú traías 
Fue ejemplo en las madres que en heroínas 
De esclavas que eran se convirtieron Y dieron sabios y héroes todos los días. 
Y en su nombre, Ave María. 

Tu virtud y aroma el mundo corría Y en dos mil años allá en Bhaac 
Hellí da su concierto por Abraham Y nos hace herederos de su justicia Y en su nombre, Ave María. 

Jacob funda tu pueblo, pueblo de vida 
Y te vio en la escala y no era sueño; 
Y aunque el pueblo fue esclavo él fue liberto Por el valor que diste a tu familia. 
Y en su nombre, Ave María. 

Moisés lo liberta y la ley escribía 
Y tú eras la luz que lo guiaba 
Y si prevarica, es la ignorancia 
Que embota aquel pueblo, mas te veía, Y en su nombre, Ave María. 

Seguiste en amor siendo su guía 
Y en tu celo, tu amor no descansaba 
Castigando cual madre, todas sus faltas Y dejándote ver por tu hijo Elías Y en su nombre, Ave María. 

Mas tu amor en el pueblo ya se sentía 
Y no estaban conformes los sacerdotes, Porque vieron que esas dotes 
Harían justicia en cercano día. 
Y en su nombre, Ave María. 

En tu seno llevaste al gran Mesías 
Que contigo luchaba sin descansar Y en su mano traía la libertad 
Y tu otro hijo la igualdad y la justicia. 
Y en su nombre, Ave María. 

Se consumió el crimen ante tu vista 
Y después te cargaron denuestos mil 
Pero fúlgida sales del lodo vil 
En el día anunciado por la justicia Y en su nombre, Ave María. 

En el día tremendo de la justicia 
Que traía tu hijo según la ley 
Que juzgó y sentenció a la grey, Justificada fuiste por la cosmogonía Y en su nombre, Ave María. 

El Padre se complace en tu grandeza; 
La tierra te ama, con tu amor; 
El Espíritu de Verdad, tu amor confiesa; 
Las madres, ya te llaman como madre 
Y saben que José de tus hijos es el Padre Y tus hijos, con Jesús que no es un mito, Te saludan con su hermano el Anticristo. 

El Maestro Juez 
JOAQUÍN TRINCADO 

ART. 20°

El canto a los mesías, profetas y mártires, es de agradecimiento a su trabajo y abnegación: sus méritos son nuestros méritos y de su constancia dependió nuestro progreso para llegar al gran día de la luz y de la Comuna. Cada uno se señaló en aquello que le fue encomendado en los consejos de Sión y sin su cumplimiento, aún estaría la humanidad en la barbarie del tercer día. El recuerdo de estos preclaros hermanos, es para rememorar la historia de los sufrimientos de la humanidad, no para entristecernos, sino para apreciar mejor el valor de lo conquistado por el esfuerzo en la comparación de la Comuna y su progreso y animarnos a ir cada vez más allá en el amor y la sabiduría de Eloí y servirá de pauta a estos cantos el Himno del Vencedor el que, en todo caso, en las fiestas se oirá la parte que de él corresponde. 

ART. 21°

El canto al Anticristo como tal y como Juez del Padre con su tribunal, encierra todas las luchas de la humanidad, desde Jacob que pronunció la palabra “Cristo” en señal de Peligro; su actuación como fundador del pueblo de Israel y como libertador y legislador de aquel pueblo, pues él fue Moisés: como apóstol de su misma doctrina y ley de amor predicada por los profetas mártires y mesías y sostenida y revivida por Juan y por Jesús hasta el sacrificio y el baldón que les cargó la maldad de los sacerdotes; hasta que apareció aquel fundador en cumplimiento de las profecías y de la ley divina de justicia como el Anticristo, bajo la forma humilde del obrero y sus secretarios obreros como él, que uno fue Jettro y el otro Aarón suegro y hermano respectivamente de Moisés; los que persiguiendo siempre el fin de la unidad, Jettro fue el hijo de Mahoma escribiendo las doctrinas de Jesús, que secuestraron los secretarios de Mahoma: luego, en misión, tomó carne dos veces en el mundo Venus, para traer a la tierra el progreso de aquel mundo ya entonces de luz y dicha, siendo ahora en el mundo el humilde Pedro Portillo. 

El otro secretario, después de la existencia de Jesús fue Rodrigo Díaz de Vivar, llamado el Cid, y más tarde Jaime el conquistador y hoy el humilde José González. 

Juntados por la justicia de la ley divina, cuando ya el Anticristo estaba en acción como puede verse en su libro “Buscando a Dios y Asiento del Dios Amor” y habiendo ya justificado a Jesús en sus doctrinas y prometiéndole quitarle la cruz, según veréis en la Filosofía Universal con fecha 30 de mayo de 1911, empezamos a recibir los avisos del Consejo de Sión y en 28 de enero de 1912 éramos confirmados y reconocidos por la cosmogonía como Juez y Secretarios y Tribunal del Padre, empezamos los juicios particulares, llegando al juicio final y sentencia de toda la familia de la Tierra, espíritus y encarnados, el 5 de abril del mismo año, rasgándose las tinieblas que nos envolvían y la luz llegó a la tierra, terminando nuestra primera etapa de filosofía moral y el Código de Amor Universal en la Pascua Grande y empezando la Nueva Era recibiendo el secreto de aprovechamiento de la “fuerza común” para la Comuna. 

Sea su canto, el amor mutuo para quien hemos trabajado y luchado por implantarlo y darlo a la humanidad, de la que sólo reclamamos el reconocimiento del gran Eloí por medio del Espíritu de Verdad que a todos nos salvó con su ancla y que sea testimonio de nuestra labor el acta de la sentencia del juicio final, cuyo pergamino original lego a las generaciones y que estará en la casa del Consejo Superior donde residirá el Maestro Nato con su Consejo Supremo. 

ART. 22°

El acta de la sentencia del juicio final es el documento preciado que pone fin a los desconciertos de la humanidad y da principio a la era de la Comuna Universal en el reinado del amor y todos los hijos de la tierra la venerarán y cantarán como prenda de justificación de sus hechos y del amor del Padre que cumplió su contrato dado en el testamento de Abraham que abre las páginas de este Código. 

El Acta está redactada en un pergamino de (38 x 59 cm) treinta y ocho por cincuenta y nueve centímetros, encabezada con una pintura a la tinta azul y dorada representando el firmamento en su fondo azul y dorada representando el firmamento en su fondo azul y estrellas doradas, en el centro un triángulo dorado dentro del cual está el ojo que representa la gran Sión y del triángulo pende un ancla dorada, que clavó su seguro en la tierra y la lleva a la luz. Su texto literal dice así: 

                       PAZ EN LA TIERRA (1) 

  Acta del Juicio Final de la Tierra y sus espacios 

En Buenos Aires, día 16 del 7º mes, del año primero del siglo de la verdad, primero de la era del Anticristo que corresponde al 5 de abril de 1912 de la cristiana que termina, y al año 5671 de Adán, a los 3657 de Moisés; cumplida la promesa de Dios nuestro Padre contenido en el testamento de Abraham que dice: “Y los siglos serán treinta y seis desde que escribiré mi ley hasta que la Tierra la sabrá; y de este siglo mis hijos serán de luz porque verán la luz de su Padre que les darán mis espíritus; cumplidas las profecías y las de Jesús que anunció al Espíritu de Verdad, que vendría a la Tierra, vino y llamó a Juicio. Celebrados juicios a las legiones de espíritus de las religiones, jefes de estados civiles, libertinos y mixtificadores, se procede hoy día de la fecha y durante las horas que nos recuerda la crucifixión de Jesús que anunció este juicio, a dar sentencia final a los espíritus y los hombres del mundo Tierra; y que en virtud de la ley de justicia del Dios Amor único Dios Creador, pasen a ocupar cada uno la morada de sus merecimientos, hasta que la misma ley que los expulsa de la tierra y sus espacios les dé la rehabilitación conquistada por voluntad y el Padre en su amor, mandará al Juez. 
En virtud, pues, de la justicia, Yo, el Anticristo, confirmado por el Espíritu de Verdad y espíritus de amor de la Tierra y otros mundos de la cosmogonía, que han sido ratificados por Jesús; ante todos estos espíritus cuya palabra hemos oído y escrito; ante las legiones de los que se han justificado y acatado la ley: ante toda la cosmogonía que es la Iglesia Universal representada en el Espiritismo; ante los profetas y mesías de todos los tiempos que anunciaron el juicio final de la Tierra; en nombre de Dios Creador nuestro Padre, representado por el Espíritu de Verdad  que con toda la cosmogonía presencia este acto, igual al que todos los mundos hoy de luz han celebrado en su día de justicia; como Juez autorizado por Dios, declaro: 
Que la tierra, por el progreso, entra a la luz del Creador; Que los que la han llevado al progreso, tienen derecho del usufructo de su trabajo; Que estamos en el séptimo día y se proclama la Ley de Amor por la que no puede haber en toda la Tierra más que una sola familia y en solidaridad con toda la cosmogonía; Que los que no acatan la ley en este acto, no caben en la tierra ni los espacios de la tierra; Que los que hoy espíritus, como los encarnados quedan juzgados y sentenciados. Por tanto: en virtud de la Ley de Justicia, los remito a cada uno a la morada correspondiente donde sufrirán las consecuencias de su error, no siéndoles posible perturbar la paz de la Tierra; y los encarnados, serán conducidos en el acto de su desencarnación al mundo correspondiente, porque hoy en la Tierra no  quedan espacios de tinieblas. 
Siguen las firmas de los que había presentes en número de veinticinco y la escribiente Miguela Ortiz y el tribunal compuesto de los Médium vidente y Secretario, José González; Médium parlante y Secretario, Pedro Portillo. Y yo el Juez que doy fe 
JOAQUÍN TRINCADO 

(1) Al imprimirlo sálvense las faltas de ortografía, que las hay por no deber corregir ni raspar el pergamino. 




Este libro se imprimió en el mes de marzo de 1976 en los Talleres Gráficos de IMPRESOS LAFLOR  S.A.C.I   
Dr. Pedro Ignacio Rivera 4941-3 Buenos Aires, Argentina. 



Hecho el depósito que previene la Ley 11.723. 
Es propiedad exclusiva de los sucesores del Autor. 
Protegido por la Ley. Queda absolutamente prohibida su reproducción parcial o total sin autorización y examen del propietario 
IMPRESO EN LA ARGENTINA 
















HIMNO DE LA UNION HISPANO AMERICO OCEANICA

MÉXICO, " VALLADAR DE LA RAZA Y VANGUARDIA DEL ESPIRITISMO"



MARCHA DE LOS JURAMENTADOS

AQUI ESTAMOS; SOMOS DE LA HUESTE
QUE LIBERTOS JURAMOS CUMPLIR LA
MISION QUE EL ESPIRITU TRAJO EN LA ESCUELA DEL GRAN ELOI; A IMPLANTAR, POR JUSTICIA VENIMOS LA COMUNA DE LEY Y DE AMOR; LUCHAREMOS CON ARMAS LEGALES; DE LA LUZ LA VERDAD Y RAZON.

SOMOS ALMACIGOS
QUE ESTAN REGADOS
POR EL ROCIO
DEL GRAN AMOR.
SEREMOS ARBOLES
Y EN CUYAS RAMAS
IRA ENLAZADA
LA ETERNA UNION.

¡ ADELANTE! NOS DICEN LOS GUIAS
QUE NOS MARCAN LA HUELLA INMORTAL.
ELLOS SON LOS BALIENTES TITANES
QUE EN LA TIERRA SUPIERON AMAR;
QUEDE ATRAS LA MENTIRA INFAMANTE
QUE LA FIERA DEL ODIO INCULCO.
ADELANTE LA LUZ SOBERANA
QUE ES LA VERDAD Y COMUNA DE AMOR.

SOMOS ALACIGOS
QUE ESTAN REGADOS
POR EL ROCIO
DEL GRAN AMOR.
SEREMOS ÀRBOLES
Y EN CUYAS RAMAS
IRA ENLAZADA
LA ETERNA UNION.




AQUI ESTAMOS MIRANDO LOS MUNDOS



AQUI ESTAMOS MIRANDO LOS MUNDOS QUE HASTA AHORA ESTRELLAS LLAMAIS Y NO VEZ QUE HAY HAY HERMANOS QUE POR SIERTO NO PODREIS NEGAR.



PUES JESUS EL MAESTRO NOS DIJO QUE DEVEMOS EN ELLOS VIVIR,MAS NOSOTROS SABEMOS DE FIJO QUE HAY ADORNA EL PADRE ELOI.
ADELANTE ADELANTE HERMANOS, PARA PRONTO PODER ALCANSAR ESAS, FLORES QUE EN HERMOSOS RAMOS QUE EN LOS MUNDOS GRABADOS ESTAN.
LA COMUNA DE NUESTROS HERMANOS QUE LOS MUNDOS SU LUZ NOSDAN ABRAZADOS SIEMPRE COMO HERMANOS PROMETIMOS SIEMPRE PROGRESAR.


HIMNO DE LA UHAO
OID, HOMBRES TODOS DE LA TIERRA, LA CANCION SONORA DE NUESTRO CENTIR:
ES LA HISPANA RAZA VIVA Y TESONERA Y VIVIRA UNIDA POR SIGLOS SIN FIN.

ES SU IDIOMA CUAL LA LUZ DE SOL, QUE ALUMBRA AL MUNDO TODO POR ENTERO; Y ESA LUZ ES FUEGO PUESTO AL GRAN CRISOL QUE FUNDE LAS RAZAS Y UNA SOLA HABRA. Y ASI SERA EL MUNDO UN SOLO VIVERO Y YA ... EL FORASTERO ...NAIE LO ALLARA.
Y DEL NORTE AL SUR Y EN EL SEPTENTRION...
LAS MADRES DE TODOS EN SU ALMA MATERNA, AL ESTE OESTE Y EN EL AQUILON, SE DIRAN ALEGRES ¡ HAY PAZ ! YA NO HAY GUERRA EN TODA LA TIERRA  IMPERA EL AMOR Y NI UN EXTRANJERO QUEDA YA EN LA TIERRA.
MISION ES HISPANA, POR LA LEY SUPREMA, HACER DE LOS HOMBRES LA FRATERNIDAD POR LA UNION DE LOS PUEBLOS LIBRES SIN CADENAS, FORMANDO UN SOLO ALMA EN UN SOLO HABLAR QUE VIBRA, QUE CANTA CUAL UN SOLO EMBLEMA Y YA EXTRANGEROS POR SIEMPRE NO HABRA.

OID, HOMBRES TODOS DE LA TIERRA, LA CANCION SONORA DE NUESTRO SENTIR, Y UNIDOS JURAMOS NUESTRA UNION ETERNA COMO UN SOLO HOMBRE QUE SABE DESIR: AMOR LIVERTAD Y JUSTICIA SERENA, LO QUE MANTENDREMOS POR SIGLOS SIN FIN.

HIMNO DE LA BANDERA UNIVERSAL


QUE RESUENE POTENTE Y SONORO EL CLARIN QUE CONVOQUE LA PAZ; QUE ES MAGNIFICO Y BELLO TESORO Y LOS PUEBLOS POR EL BALEN MAS. Y LOS PUEBLOS POR EL BALEN MAS.

SALVE INSIGNIA A TI SE LEVANTE LA GRAN FUERZA DE UNION Y JUSTICIA PRA HACER DEL HUMANO DELICIA;  PARA HACER EL PENDON DEL HONOR QUE ES LA GUERRA ENTRE HUMANOS LOCURA QUE NO ADMITEN LOS TIEMPOS PRECENTES ; MAS QUE IMPONEN NACIONES POTENTES DESOYENDO LA VONZ DEL DOLOR DESOYENDO LA VOZ DEL DOLOR.


QUE TE RINDA CON NOTAS  SUBLIMES  TODO EL ORBE CON CARIÑO Y GRANDEZA Y TE JURE CON NOBLE ENTEREZA SER INSIGNIA DE UNION ... LIBERTAD Y LUCHAR CON SUS ARMAS FORJADAS EN LA FRAGUA DE NOBLES ACCIONES NO DERUINES GROSERAS PASIONES QUE DESTRUYEN LA FRATERNIDAD QUE DESTRUYEN LA FRATERNIDAD.


QUE LOS SIETE COLORES DEL IRIS QUE EN TUS BANDAS OSTENTAS GALLARDA SEAN LA VIVIDA LLAMA QUE ARDA COMO SIMBOLO AGUSTO DE PAZ Y AL ONDEAR AL IMPULSO DEL VIENTO DE TU AUTOR SEA SU NOMBRE ENSALZADO DE ESE INSIGNE ARGENTINO TRINCADO Y QUE EL MUNDO NO OLVIDE JAMAS.


ESTRELLAS BRILLANTES
ESTRELLAS BRILLANTES DEL ESPACIO NOS ALUMBRAN DEL ESPACIO NOS ALUMBRAN DEL ESPACIO NOS ALUMBRAN.

BANDERA TRIUNFANTE QUE EN MI PATRIA ESTA EXTENDIDA QUE EN MI PATRIA ESTA EXTENDIDA QUE EN MI PATRIA ESTA EXTENDIDA.


CORONAS BRILLANTES DEL ESPACIO ME AN MANDADO DEL ESPACIO ME AN MANDADO DEL ESPACIO ME AN MANDADO.


ESPIRITUS PUROS DEL ESPACIO ME VISITAN DEL ESPACIO ME VISITAN DEL ESPACIO ME VISITAN.


CANASTOS DE FLORES DEL ESPACIO ME AN DADO DEL ESPACIO ME AN DADO DEL ESPACIO ME AN DADO


ADORNOS BRILLANTES DEL ESPACIO ME DIRIGEN DEL ESPACIO ME DIRIGEN DEL ESPACIO ME DIRIGEN


ESPIRITUS ALEGRES DEL ESPACIO ME LLEGARON DEL ESPACIO ME LLEGARON DEL ESPACIO ME LLEGARON


MONTES VERDOSOS DEL ESPACIO LOS NOTO DEL ESPACIO LOS NOTO DEL ESPACIO LOS NOTO


JAZMINES BRILLANTES DEL ESPACIO NOS ALUMBRAN DEL ESPACIO NOS ALUMBRAN DEL ESPACIO NOS ALUMBRAN


ESPIRITUS DEL GALARDON DEL ESPACIO BENDISE MI CORAZON DEL ESPACIO BENDICE MI CORAZON DEL ESPACIO BENDICE MI CORAZON.


MARIPOSA DE DONDE VIENES
MARIPOSA DE DONDE VIENES VOLANDO POR ESTOS AIRES CON TUS ALAS DIBUJADAS BENCIENDO DIFICULTADES.

ESE AFAN ES EL QUE TRAIGO BUSCANDO DE TODAS FLORES MIRA FRENTE A TUS OJOS ESTOS RAMOS EN BOTON MIRA FRENTE A TUS OJOS ESTOS RAMOS EN BOTON.


SERAN PLANTAS RECRESIDAS QUE PONDRAN UN NUEVO EJEMPLO,


YA CON ESTA ME DESPIDO CANTANDO  CANTOS DE HUNION SERAN PLANTAS RECRESIDAS QUE PONDRAN UN NUEVO EJEMPLO, SERAN PLANTAS RECRESIDAS QUE PONDRAN UN NUEVO EJEMPLO.
FLOR APERCIBIDA
FLOR APERCIBIDA QUE DEL NARDO ME LLEGO QUI FUE EXTENDIDA EL BOTON QUE SE ABRIO.

CLABELES BRILLANTES PERFUMADO DE SU OLOR Y PERFUMADO DE SU OLOR.


CANTAREMOS LA VICTORIA A NUESTRO CREADOR ...

CANTAREMOS LA VICTORIA A NUESTRO CREADOR...
CANTAREMOS LA VICTORIA A NUESTRO CREADOR...


AUTOR: JOAQUIN TRINCADO MATEO

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