LEY DE TRABAJO Y DISTRIBUCIÓN DE CADA DÍA
CÓDIGO DE AMOR UNIVERSAL TOMO II
CAPÍTULO QUINTO
Prefacio
CAPÍTULO QUINTO
Prefacio
Punto Primero
Basta mirar el movimiento de los mundos, para que se comprenda que la Ley del Padre es el trabajo.
Así vemos, que por el movimiento constante de nuestro mundo obedeciendo a Ley de atracción y gravedad, recibimos todos los días la visita de nuestro Padre el Sol en la materia como es la Ley a él impuesta por el Creador de él y de nuestro mundo, como de todos los del infinito.
Vemos en todo momento germinar las semillas, dar frutos y desarrollarse toda la naturaleza, de lo que se desprende que, en todo la ley es el trabajo sin el cual, no sólo no habría progreso, pero ni tampoco vida.
La formación de los mundos, obedece sólo al progreso de los espíritus y éste es el fin de la creación y desaparición de los mundos, como queda estudiado y codificado en el libro primero de este Código y Obras del Maestro que componen la Escuela Universal de la Comuna.
Resulta, pues, que el hombre es el fin que el Padre se propuso en la creación, pero resulta también que el hombre es un creador, porque tiene que elevar esos mundos al progreso máximo, en sus grados, por las infinitas metamórfosis y evoluciones, porque el Padre ha creado una sola substancia, bajo una sola ley, al igual que es él una y única causa.
Luego, siendo el hombre el fin de la creación universal y por consiguiente el fin de las creaciones parciales de los mundos, es el hombre el único que puede acercarse a conocer a su Padre y sólo puede ser comprendiéndole relativamente, lo que sólo puede ser desentrañando las cosas por el trabajo, y tanto más se tarda en comprender una cosa, cuanto menos sobre ella se estudia y se trabaja, y así más tarde llegamos a la sabiduría, único don y vestimenta con que nos podemos llegar a su presencia.
El trabajo individual, bueno es; el trabajo colectivo de una familia y de una ciudad, bueno es y más provechoso; el trabajo comunal, mejor es que todo otro trabajo dentro de una región, pero el trabajo de todas las regiones solidarizado es mejor y más provechoso, porque responde al fin de la unidad y del amor del Creador. Pero aún no es completo el trabajo conforme a la ley universal, sino cuando un mundo con todo su progreso y en puro amor y sabiduría, está solidarizado con toda la cosmogonía, recibiendo las lecciones de los mayores y dándolas nosotros a los menores; es entonces y sólo entonces cuando el trabajo es conforme en la Ley del Amor del Padre, porque demostramos sabiduría y amor que son los dos grandes atributos del Padre común, y el hombre está obligado a conquistarlos.
El hombre se compone de dos potencias, la material y la espiritual; la primera, se divide en dos entidades, cuerpo y alma, procedentes del mismo origen en grado relativo a sus funciones; y la segunda, el espíritu, procedente como las dos anteriores, del mismo principio y causa, pero en estado y grado superior y, es el modulador de la materia y el regulador de todos los actos y por esto el ser inteligente de todas las cosas. Mientras el espíritu no hace servir a las dos entidades, cuerpo y alma, a su progreso espiritual, no forma el hombre consciente,¿qué es más que un animal distinguido?
Las luchas que debe sostener el espíritu hasta hacer al hombre consciente, son tan tremendas, que si pudiera darse cuenta la materia de esos esfuerzos, se arrastraría como un perrito cariñoso, lamiendo al espíritu, en agradecimiento a su elevación. Porque el espíritu, cuando ha triunfado de las luchas titánicas de la materia animal, eleva a la materia a la categoría del ser consciente, en cambio de las caídas y heridas horribles que la materia le ocasionó y él, con eso se eleva y entra en el estudio de las cosas del espíritu y marca su séptimo día del usufructo del trabajo de seis tremendos días de lucha y por todo, canta y da amor.
Hermanos míos. Hemos llegado a este día; hemos luchado en familias los espíritus de amor; hemos iluminado a las familias de los retrasados y hemos hecho la unidad.
No se llega al día grande de la justicia, sino después de esas terribles luchas entre el espíritu y la materia; la generalidad de la familia de la tierra con los espíritus nuestros hermanos que mañana serán hombres entre nosotros y nosotros espíritus y luego hombres y así consecutivamente, hasta el postrer momento feliz de formar la hermosa rosa, para marchar en triunfo visitando a las humanidades de nuestra solidaridad; la generalidad y aún todos, hemos sido sacrificados una y muchas veces por los hombres retrasados que aún no habían llegado a descubrir su trinidad, o unido las dos potencias, y al llegar este día, todos estamos en la igualdad de la ley y se han retirado los enfermos para ser curados, porque ya estaban en ínfima minoría, a los que, en nuestro amor, no podemos olvidar y por la solidaridad tenemos que recordarlos y pedir por ellos al Padre, hasta que reconozcan la justicia.
No se llega al día grande de la justicia, sino después de esas terribles luchas entre el espíritu y la materia; la generalidad de la familia de la tierra con los espíritus nuestros hermanos que mañana serán hombres entre nosotros y nosotros espíritus y luego hombres y así consecutivamente, hasta el postrer momento feliz de formar la hermosa rosa, para marchar en triunfo visitando a las humanidades de nuestra solidaridad; la generalidad y aún todos, hemos sido sacrificados una y muchas veces por los hombres retrasados que aún no habían llegado a descubrir su trinidad, o unido las dos potencias, y al llegar este día, todos estamos en la igualdad de la ley y se han retirado los enfermos para ser curados, porque ya estaban en ínfima minoría, a los que, en nuestro amor, no podemos olvidar y por la solidaridad tenemos que recordarlos y pedir por ellos al Padre, hasta que reconozcan la justicia.
Punto Segundo
Adán y Eva, con su emigración, trajeron el progreso del mundo que sufría entonces la justicia del Padre, fue para la tierra día de grandeza. Por la misma ley, de nuestro mundo, salió por la justicia, del Juicio de Mayoría, otra emigración, que ha llevado el progreso que tenemos alcanzado en lucha individual, que no puede ser provechosa como no lo ha sido para la Tierra, porque en la individualidad está la discordia y en la discordia las amarguras que hemos sufrido y por cuya causa han sido sacrificados los mesías y misioneros, porque la ceguera de los sacerdotes, en el amor a la carne, no pudieron ni quisieron ver la luz del amor del espíritu, pero esta luz se agranda cada vez más con el progreso de los espíritus de misión y llegó el día feliz, anunciando en el testamento de Abraham, cumpliéndose todas las promesas del Padre.
La luz la trajo Adán y Shet, su hijo, la llevó a la ley. El Padre hizo la alianza por Abraham y tomó ya parte en las contiendas de sus hijos desde esa alianza y prometió en Jacob la redención de la humanidad, por la raza adámica. Jacob (que fue Shet) en su tiempo y conforme el decreto del Padre, tomó de nuevo carne y fue Moisés, dando la ley de Amor escrita, que los sacerdotes mancharon.
Vinieron los profetas y mesías para derribar la religión idólatra y los sacerdotes, mas éstos los sacrificaron, siendo los últimos Juan y Jesús; éste fue el más vilipendiado por su gran amor, cargándole a él la afrenta del “Cristo” de Jacob, que lo denunció en su idioma, como “peligro”.
Vinieron los profetas y mesías para derribar la religión idólatra y los sacerdotes, mas éstos los sacrificaron, siendo los últimos Juan y Jesús; éste fue el más vilipendiado por su gran amor, cargándole a él la afrenta del “Cristo” de Jacob, que lo denunció en su idioma, como “peligro”.
Jacob que fue Moisés y dio la ley escrita porque él era el investigador y Juez que el Padre mandó fue con Jesús hermano, e hijo de la gran María que fue Eva; al ser sacrificado Jesús su hermano, juró al Padre derribar la cruz y el cristo, los sacerdotes y las religiones, para hacer la unidad. Ha venido muchas veces a la tierra en todas las clases de la sociedad, siendo, en algunas, asesinado por los pontífices de la religión del cristo, que Jacob señalara peligro sobre la piedra que le sirvió de cabecera en la visión de la escala en Bethel, hasta que por fin, estaban en mayoría los espíritus de luz y progreso y amor y se presenta a la humanidad bajo el nombre del temido Anticristo deformado y temido por la apócrifa religión: derriba al cristo y la cruz, condena al no ser a las religiones todas, y con ayuda de todos los mártires del despotismo, con el amor de María, de su hermano Jesús, de sus afines el fuerte Juan o Elías y de todos los mundos del infinito que lo confirmaron, bajo los auspicios y dirección del guardador de los secretos del Padre, el Espíritu de Verdad, hicimos por fin, la justicia en tribunal con mis secretarios que ya conocéis y se da por fin el Código máximo para la Tierra de la Ley de Amor, proclamando la santa Comuna.
Ahora bien, hijos de la tierra mis hermanos, ¿para quién hemos luchado?, ¿por qué hemos luchado?, ¿cómo hemos luchado? Hemos luchado para nuestros hermanos; hemos luchado, porque comprendimos la verdad eterna del Padre y nuestra arma sólo ha sido el amor: nuestro medio el trabajo y nuestro norte la luz del Padre, cuyo centro, para nosotros, está en Sión, donde tiene su asiento el tribunal y cuyo juez es: el Espíritu de Verdad.
Malgastados han sido nuestros trabajos muchos siglos por los prevaricadores; en la tierra quedan unos pocos, pero ellos están sentenciados y aún los llamamos en amor, ¿queréis conocerlos? Son los que no acatan este Código; los que se oponen a la santa comuna. Pero tú, pueblo que sufres, eres de los sacrificados y se te ha dado el secreto. Acepta pues, con alegría, el trabajo por el amor y haz grande la comuna que es el fin de todas las luchas y de todas las miserias que han afligido a la humanidad trabajadora.
Recuerda todos los días las penalidades de que tú mismo has participado con los misioneros; alaba el amor del Padre y que en tu corazón haya amor en fruición al trabajo, siendo tu norma el bien por el bien mismo, y observa para cada día esta
LEY DE TRABAJO
ARTÍCULO 1º - Queda proclamado el trabajo, ley obligatoria para todos los individuos de la comuna, porque el Padre lo impone para el progreso de sus hijos y les manda que el trabajo sea ejecutado en amor, porque es más productivo y beneficioso y suave para el individuo y para la comunidad; y, hecho el trabajo en amor y voluntad, la naturaleza se ve honrada y da mayores y más sabrosos frutos, porque las fuerzas magnéticas del cuerpo humano esterilizan o fecundan el trabajo, según es la aureola que circunda al operador, para lo cual tendréis presentes las 14 economías del Art.18 de la Ley de estudio y aprendizaje.
ART. 2º - Todo individuo ha de tener conformidad en el trabajo en que se ocupa, porque en la comuna no hay primeros ni segundos; todos son la unidad y todos a todos se complementan, debiendo tener presente que en el curso del tiempo, todos los individuos ejercen todos los oficios y todos los cargos, y que éstos son por grados de progreso, que al fin, sabed, todos hemos de llegar al límite superior de éste, en nuestro mundo, y sabed que es más fácil obedecer que mandar y que el que ordena y el que ejecuta, tienen la misma parte y el mismo merecimiento.
ART. 3º - Todos los individuos, no pueden ejecutar la misma cantidad de fuerza animal, por muchas razones físicas y fisiológicas, y así deben todos fijarse sólo en lo que él puede ejecutar sin mirar si el hermano de al lado hace más o menos que él, porque la justicia del Padre está sobre todos; basta que la conciencia del individuo esté satisfecha de que dio al trabajo lo que para él tenía.
ART. 4º - Llegada la época del trabajo y actividad, todo hijo de la comuna debe mirar atrás y adelante; atrás, viendo las juventudes que se educan como él se educó en el seno de la comuna en todo amor sin experimentar necesidades; y adelante, viendo los ancianos, sus compañeros, que nada les falta a la vida, ni la alegría ni el amor, lo que le servirá de estímulo para el trabajo ante esos dos bellos cuadros para quienes él trabaja, como trabajaron los ancianos para él en la juventud y que los que se educan trabajarán mañana para él.
ART. 5º - Fundados en el mandato del Padre, dicho por el Mesías crucificado Jesús, de “Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” lo que es lo mismo: dar a la materia lo que es suyo y al espíritu lo que le pertenece, se dividirán las 24 horas del día en armonía a este principio, así:
a) Todo individuo, en salud y en todo tiempo, se levantará del lecho del descanso a la salida del Sol y dará gracias al Padre, pedirá su ayuda y ofrecerá las obras del día, teniendo media hora de recogimiento los que han de trabajar, durante la cual, el joven, la compañera o sus ayudas, le prepararán el alimento, teniendo otra media hora para tomarlo y asearse.
b) Al salir de casa para el trabajo, los restantes de la familia le darán el beso de amor que da calor al alma.
c) En el trabajo, recordará el Art.4º de esta ley, y en él debe estar en la alegría de su espíritu, siempre con recta intención y amor a cuanto le rodea y atento a las órdenes del Maestro de los trabajos, en cualquiera de los oficios y ocupaciones.
d) Salvo las necesidades de apremio en los trabajos por la recolección de los frutos u otras causas que ocurrir puedan y que serán previstas por los Maestros de los trabajos, de acuerdo con el Consejo correspondiente, de las respectivas ciudades, el trabajo será de 6 horas diarias, con un intermedio de una hora para reponer fuerzas, con alimentos que los maestros de trabajo dispondrán.
e) Como el regulador para el trabajo es el sol y así en el estío habráse de madrugar más, pero se cumplirán antes las horas de trabajo, se ordena, que a la vuelta, los trabajadores, suplan las horas de reposo que le quitaron al cuerpo por la madrugada.
f) A las 12 del día, todos los hijos de la comuna, en comunidad, elevarán sus plegarias al Padre con un canto de amor, así en la familia como en los talleres y el campo y sobre todo en la Casa Comunal por los niños; en cuyo momento, el Maestro impartirá la bendición que del Padre Eloí recibe de su amor, para todos.
g) Cumplidas las horas del trabajo, se reunirá la familia en el salón de estudio, y el jefe de la familia que es el más anciano, propondrá algún punto de consideración de la filosofía o de ciencia, o tendrán lecturas u otros estudios, materiales y espirituales, psíquicos y medianímicos.
h) Después de este estudio, que nunca será mayor de dos horas, las familias deben entregarse al solaz y recreo íntimo, en casa, o en visitas, o en paseos a los parques, jardines, campos, casa comunal, etc., hasta la hora del alimento, hora 18, en que se saludará a Sión.
i) A las 19 es la hora de asueto y deben todos participar de la alegría en las músicas, representaciones, o reuniones en los puntos adecuados, donde los jóvenes de ambos sexos departirán, estando entre éstos los ancianos para que disfruten de su alegría y aconsejen en todo caso.
j) En estas horas, la comuna, tendrá a disposición de sus hijos, en locales adecuados, las regalías para obsequiarlos, de café, té, licores saludables, pastas, etc., etc., habiendo jóvenes, de los 16 a 20 años y duchos para el servicio de sus hermanos.
k) A las 21 se dará por terminado el asueto y es prudente que se retiren los trabajadores y las juventudes al reposo, dejando en libertad a los ancianos que necesiten menos cama para que paseen, velen, o estudien; pero sabiendo que en la hora de la marcha al trabajo de los activos, es su beso y consejo el que da ánimo y fuerza para la lucha.
l) Esta pauta es en general; pero no coarta la libertad de acción, conforme a la voluntad y gustos de cada individuo; pero si obliga el trabajo en las mismas horas, porque éste en común es más beneficioso y productivo que individualmente, y todas las acciones, en la unidad, representan la fuerza colectiva, que alcanzan el éxito que no pueden alcanzar aislados, por lo que se recomienda la unión de pensamientos, de la fuerza y de las acciones.
ART. 6º - Los servicios nocturnos a que habrá necesidad de atender, estarán reglamentados con las necesidades del servicio, por un consejo de ancianos de los ramos de los servicios diferentes y de acuerdo con el Maestro.
ART. 7º - En todo caso, el Maestro de un oficio, taller u ocupación, será mirado como autoridad y requiere el respeto de Padre y como tal, debe ser consultado en confianza y sin temor y proponerle los adelantos que cada uno vea en las ejecuciones de las faenas, las ideas para un nuevo instrumento que signifique progreso y éste las llevará al Consejo para encargar su estudio y ejecución a los talleres respectivos, dando luego (a antes si se requiere) la intervención al Consejo Regional y aún al Supremo, porque ninguna idea debe ser desechada, para el mayor bienestar Comunal.
ART. 8º - Las composiciones científicas, poéticas y musicales, antes de entregarlas al dominio y uso de la comuna, serán entregadas al consejero respectivo y si su mérito es tal, que merezca ser conocida por la región universal, será visado por el Consejo Regional y con su informe elevado al Supremo.
ART. 9º - Considerando en fin, que todo es para todos y nada hay propio de un individuo más que su sabiduría y elevación, pero que de sus beneficios son partícipes todos sus hermanos, aún los de todos los mundos del infinito; todos tenemos el ineludible deber de aportar nuestro grano de arena al edificio común, y somos responsables ante el Padre y deudores ante nuestros hermanos, de lo que pudimos hacer y no lo hicimos; por lo que, se manda que todos en ambos sexos y edades, den todo lo que les fuere sugerido e inspirado material y moral, para el bien de todos, grandeza de la comunidad solidarizada y homenaje a Eloí, por medio de nuestros mayores espirituales, contando siempre con el Espíritu de Verdad.
El Maestro Juez
JOAQUÍN TRINCADO
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