20 julio 2020

TODO EL PROGRESO ES EL ESPIRITISMO


No  es  un  sarcasmo  al  Materialismo  este  capítulo  como  podría  creerse,  ya  que  ellos no  le  conceden  vida,  pero  sobre  todo,  acción  al  espíritu.  Si  tienen  razón  en  muchas afirmaciones  de  la  materia  y  se  la  concedemos,  no  pueden  tomar  por  sarcasmo  nuestra afirmación,  salvo  aquellos  furibundos  sistemáticos,  que  por  serlo  no  son  tampoco materialistas.  

Y no  siendo  ésto,  que  es  lo  más  rudimentario  del  progreso,  como profesionales  y  partidarios,  no  son  nada;  y  es  porque  son  embrión  de  hombres.  

Placas fotográficas  y  discos  fonográficos,  que  jamás  dicen  más  que  lo  que  otros  dijeron,  sin poner  nada  suyo,  no  disciernen;  y  donde  no  hay  discernimiento  que  es  el  juicio  de  la razón,  no  hay  razón  y  el  hombre,  si  ha  de  ser  hombre,  por  lo  único  que  lo  puede demostrar,  es  por  la  razón. 

En  el  capítulo  anterior  hemos  sido  breves,  porque  solo  hemos  pretendido  sentar  el axioma.  En  el  presente,  seguimos  aquel  argumento,  pero  hemos  de  demostrarlo  hasta la  evidencia  y  ha  de  ser  en  lo  material,  en  lo  que  el  hombre  palpa,  y  veremos  que  todo el  progreso  es  del  espiritismo.   

Pero veremos más y algo sorprendente para los materialistas y los espiritualistas ya que los  primeros no conceden vida ni acción al espiritismo; y los segundos, no quieren que el espiritismo se inmiscuya en las cosas de la materia, y sin embargo, el espiritismo es  mucho  más  materialista  que  los materialistas y el espíritu no puede obrar nada demostrativo sin la materia y el espíritu lo demuestra todo.  

Luego  usa  por  fuerza  y mandato  la  materia,  de  todos  modos,  a  todas  horas  y  en  todas  formas. En  nuestra  «Filosofía  Austera  Racional»  y  en  «El  Primer  Rayo  de  luz>>  lanzamos  un reto  a  esos  dos  bandos,  materialismo  y  espiritualismo  y  ésta  es  la  hora  en  que,  a  pesar de  haber  expedido  miles  de  ejemplares  y  leído  los  muchos  miles  de  hombres,  ésta  es  la hora  repito,  en  que  ninguno  ha  recogido  el  guante,  para  probarnos  lo  contrario  de  que «El  espiritismo  es  más  materialista  que  el  materialismo  y  que  el  espíritu  está  obligado primero  que  todo,  a  vivir  la  vida  de  la  materia». 

En  cambio  el  Catolicismo  excomulgó  «El  Primer  Rayo  de  Luz»  y  se  lo  agradecemos, porque  eso  es  una  confirmación  de  que  hemos  dicho  la  verdad,  puesto  que  el catolicismo  es  la  mentira, al que inconscientemente  ayudan  a  vivir  muriendo  los materialistas  y  los  espiritualistas.  Nos  excomulga  la  Iglesia  Católica  nuestro  «Primer Rayo  de  Luz»  porque  descubrimos  allí  que  «materialistas  y  espiritualistas  sostienen  la Iglesia  Católica, porque ambos con  ella,  son  enemigos  del  espiritismo.>>  Y así lo prueba el silencio  de  los  dos  acusados  por  los  que  respondió la religión católica excomulgando el libro. Nosotros,  espiritistas  racionalistas  comunistas  y  por  lo  tanto  espiritistas  del Espiritismo  Luz  y  Verdad,  declaramos  y  confirmamos  que,  el  materialismo  sin  espíritu es  solo  de  ciegos,  de  fanáticos  sistemáticos  y  de  embriones  de  hombres  y  de desesperados. 

Y  el  espiritualismo  dogmático,  despótico,  de  cobardes,  de  mixtificadores y supercheros y por lo tanto de retrógrados prevaricadores del espiritismo, que es lo mismo que decir religiosos. Y si después de esto siguen su torcida ruta, lo tendremos por confesión y confirmarán ellos mismos nuestra acusación.       

Y no crean que tratamos con esto de convencerlos; nada más erróneo que tal pensamiento, porque sabemos y hemos sentado que nadie convence a nadie, si la convicción no nace de su razón.      

Nosotros no hacemos más que encender la Luz y colorarla sin crespón en el cenit espiritual, que es la altura mayor qué conocemos, después del Padre de los espíritus.       

El que tenga resistencia que le mire y que la siga, y el que no líbrese de mirarla para que no ciegue a su fulgor. Pero hemos declarado con toda la nobleza que hombre o espíritu pueda tener, que «Si alguien presenta otra proclama y otras doctrinas más racionales y más puras (y desinteresadas añadimos aquí) que la que esta Escuela proclamó y sostiene, su fundador, con todos sus millones de adherentes, es decir la Escuela entera, correrá a sumarse a Él>>. 

Y esto sería ya bastante para confirmar que «El progreso todo es del espiritismo», como nosotros sostenemos.     

Pero tenemos plena conciencia de que hemos dicho la verdad y que la mostramos y la sostenemos. Si la sanción universal de una cosa y de una ley es la aceptación silenciosa, a nosotros no llegó aún una sola protesta y sí algunas valiosas y valientes adhesiones y confesiones. 

Entonces, cinco años de espera y no ha sido protestada nuestra doctrina desde que fue impresa, la tenemos por axioma sancionado. Pues si ha habido un amago de auto de fe a nuestro « Primer rayo de Luz” ya sabe todo hombre libre, lo que eso representa: el odio, la rabia y la mentira, e impotencia religiosa.      

Este es el límite superior del progreso del espíritu en cada mundo y nosotros, con el espiritismo luz y verdad lo conseguiremos. Luego todo el progreso es del espiritismo.      
 
El progreso de una ciencia consiste en que los hombres cultivadores, le arranquen un nuevo secreto. El progreso del espiritismo, pues, es dar siempre nuevos puntos de estudio a las ciencias, desmintiendo las falacias de cualquier orden; y el espiritismo luz y verdad demuestra la verdad en cada cosa, cuando los hombres pueden llamarse espiritistas, como atrás lo hemos demostrado.   

Pero vamos a concretarnos a un punto que lo abarque todo, para demostrar que todo el progreso es del espiritismo.       
Retrocedamos al principio sostenido en el capítulo anterior, sobre el pensamiento y la voluntad, que los hemos cristalizado en Éter y Espíritu.       

Si quisiéramos ver ambas entidades separadas, nos sería imposible porque nos encontraríamos que en todo donde examináramos, veríamos el Éter llenándolo todo, y quiera y no, el espíritu dentro de él, como movimiento, ocasionando lo que hemos llamado flujo y reflujo incansable y sin ser posible que pare un momento.  

¿Pero qué habría conseguido el creador con eso? ¿Para qué tendría semejante depósito imponderable de vida informe? Sin embargo, allí estaría la vida por entero y ¿Creéis que no ha habido ese momento?... ¡Oh qué terrible pensamiento es éste!... ¿En qué rincón de mi archivo estaba oculto, que no se me ha mostrado hasta este gran instante? ¿Lo tenía en mí? ¿Me viene de afuera? Es lo mismo, pues todo me pertenece por el espiritismo, porque «El Universo solidarizado» senté en el primer verso de mi proclama.  

¡Sí, ha existido ese momento en que el infinito era ese lugar de Éter y Espíritu inseparables en el que aun no había formas y existía la vida!, ¿El tiempo? ¿Qué nos importa? ¿Cómo lo podríamos contar con nuestros números? Para mí fue ayer y es hoy y este mismo instante; puesto que el tiempo es unta ficción en la eternidad.       

Pero ¿para qué ha venido a mi pluma ese tan grande pensamiento, que mayor no puede haberlo? Ya. Es para que se demuestre por él, que todo el progreso es por el espiritismo y se demuestra.       

Efectivamente. En aquel momento en qué todo es vida sin forma, es cuando empieza la Creación, sacando de sí propio el autor de toda aquella grandeza muda, la primer familia espiritual, en la forma que hemos expuesto en el capítulo «Paternidad de los Espíritus»       

En ese informe océano de vida, sin embargo, vive ya desde el más insignificante ser que conozcamos, hasta el hombre de figura imaginizada; pero que para mostrarla el espíritu, al que se le ordena tan tremenda tarea de crear las formas, tendrá que empezar por crear el primer montón de moléculas, de todos los gérmenes vitales que en ese lagar encuentra, cuyo montón hoy lo llamamos un mundo.       

Desde ese momento en que ya es creado un mundo, ya existen todos los que pasaron, los que existen, y los que se crearán eternamente, porque el primero dio los gérmenes de otros que constituyeron centros, los cuales emitieron sus familias de mundos y éstos, sus satélites.       

Ahora tomemos otro punto, que no entenderemos mejor, sino igual que el que hemos expuesto, aun cuando este punto lo palpamos, lo estudiamos y lo vivimos.      

Mucho se puede aclarar la compresión por la Física, la Química, la Geología y la Astronomía. Pero aun son tan poco estudiadas esas ciencias, lo mismo que la gravitación que si un día serán faros de luz porque las estudiaremos a la luz y sabiduría del espiritismo, hoy son apenas candiles; digo menos, candelillas de tea, por culpa de sus cultivadores sin espíritu; es decir, que quieren prescindir del espíritu y por justicia, el espiritismo «cierra las ventanas del templo de la sabiduría, como diría Paracelso, para que los cobardes no miren a traición queriendo sorprender a la Diosa desnuda».

    ¿Creéis que las ciencias han de ser más ricas, ni otra cosa, que lo que hoy son cuando serán como he dicho, faros de luz? No. Serán y tendrán lo mismo que hoy son y tienen. Pero el hombre que las estudiará estará dentro de la ciencia con su espíritu. Lo que quiere decir, que estará la ciencia en el hombre y todo lo verá, como puede ver su razón y su conciencia.       

Es que ya no habrá los cobarde, los mistificadores y malversores inmorales de hoy y todo será hecho con toda la ley del espiritismo. Pues bien; desde aquel informe lagar de vida, el espíritu ha llegado hasta el progreso de demostrar la vida en formas de mundos y hombres con todo cuanto en ellos existe.       
Cada familia espiritual hace el progreso de su mundo, de hacer germinar todas las cosas que nos rodean, en medio de la lucha terrible que presenta cada molécula en su resistencia de vivir junto con sus contrarias; pero que, por la gran placenta que a cada una le forma el Éter presionándolas unas a las otras, se mantienen hasta que se metamorfosean, cesando entonces el antagonismo origen de las pasiones todas en el hombre, que reúne en sí, un par de todas las especies que ya fueron vida demostrada en especies animales y vegetales, con más las correspondientes minerales para las reacciones químicas de todo género, que en el cuerpo animal del irracional y del racional se operan.       

Este es otro de los grandes axiomas del espiritismo (que para su comprensión en la pequeña inteligencia humana o positiva y las pueda estudiar por partes infinitesimales el hombre) las divide el espiritismo con el máximo de sabiduría, en las ciencias.       

Sí. Todo el progreso que tiene el hombre, lo ha hecho el espíritu. Y de que solo el hombre tiene espíritu y no lo tiene individualizado ningún otro ser, lo prueba que el llamado reino animal no es capaz con toda su ponderable fuerza bruta, de hacer el progreso intelectual ni rebelarse al hombre, su dominador.       

Acaso he dicho mal «Ni rebelarse al hombre» porque todo bicho viviente está siempre rebelado contra el hombre, su dominador; y esto es necesario aclararlo, porque encierra precisamente la confesión palmaria e incuestionable de la superioridad del hombre.       

Al escribir «Ni rebelarse al hombre» se entiende que no puede desobedecer, ni imponerse al querer del hombre, sea bueno o malo el querer del hombre: lo que ningún animal puede evitar, aunque proteste por su instinto natural de conservación. Pero que, a la conveniencia de la existencia del hombre, todo obedece, se somete y se sacrifica, a pesar de su resistencia y fuerza bruta, muchas veces superior, a la fuerza bruta del hombre.       

Sí, todas las especies del reino animal están siempre rebeladas al hombre, su rey tirano pero por deber de progreso; que aunque mil veces veamos en los actos del hombre crueldad, sobre las otras especies, un simple estudio fisiológico, biológico y étnico,  nos  confirmará  que  esos  hombres  crueles,  aun  no  son  los  hombres  sino  embrión de  los  hombres  trinos  que  comprenden  sus  tres  entidades  de  cuerpo,  alma  y  espíritu. 
¿Una  prueba?  Al  canto.  Que  no  encontráis  que  ningún  sabio  y  menos  filósofo,  haya sido  ni  sea  Matarife  y  basta.  No  busquéis  las  excepciones  pues  no  quebraréis  la  ley general. Meditad  sobre  esto  sin  los  subterfugios  que  acostumbráis,  por  las  excepciones  de alguno  que  otro  que  los  ha  habido,  cuando  se  reformaban  las  religiones  que  sacrificaba hombres  a  sus  Dioses  y  aquellos  sustituyeron  los  sacrificios  humanos  por  el  sacrificio de  animales.  

Lo  que,  lejos  de  ser  una  contradicción  es  una  confirmación  del  progreso del  espíritu  y  de  que  el  hombre  lo  domina  todo  por  su  espíritu,  puesto  que  por  la  fuerza bruta  no  lo  podría  hacer,  por  la  inflexibilidad  de  la  ley  de  las  fuerzas,  que necesariamente  el  más  domina  al  menos  como  hemos  sentado  en  nuestro  «Método Supremo»  «  Lecciones  de  Magnetismo». 

El  secreto  de  esto  está  precisamente  en  la  «Política  del  Creador  y  Gobierno  del Espiritismo»,  por  el  cual,  jamás  obra  solo  un  espíritu  ni  en  el  bien  ni  en  el  mal.  
Lo  que aclara  él  por  qué  el  espiritismo  lo  puede  todo,  lo  sabe  todo  y  nada  le  queda  oculto;  pero que,  mientras  el  hombre  no  se  doblega  y  se  confiesa  miembro  del  espiritismo  luz  y verdad,  obra  por  fuerza  dentro  del  espiritismo,  pero  con  solo  sus  afines  colectivos;  pero no  dispone  de  El  Todo  porque  su  libre  albedrío  no  puede  ser  quebrantado  por imposición  obligada,  porque  la  ley  mayor  ha  de  imponerse  sin  obligar  y  espera  siempre y  no  en  vano,  que  cada  uno  se  obligue  en  voluntad  por  uno,  por  mil  o  millones  de escarmientos  y  fracasos,  en  la  impotencia  de  las  escasas  fuerzas  del  individuo,  o parcialmente  colectivas,  que  pueden  ser  muy  grandes  como  sucede  hasta  hoy  con  los dos  grandes  bandos  en  que  se  han  dividido  los  hombres  en  la  tierra,  donde  se disciernen  por  fin,  todas  las  cuestiones  de  todos  los  siglos.   

Si retrocedemos  solo  57  siglos,  vemos  que  todo  el  mundo  forma  un  bando  animal fiero  e  ignorante,  sin  entrar  en  cuestiones  de  las  divisiones  de  ese  bando,  pero  que están  unidos  como  uno  solo  contra  el  bando  que  entonces  forma  Shet,  con  la  muy  corta raza  adámica,  que  solo  se  compone  de  28  titanes  misioneros  y  Shet,  jefe,  29  ;  y  sin embargo,  éstos  han  cubierto  el  mundo  de  su  raza  y  han  impuesto  su  progreso  y sabiduría  porque  ésta  es  la  fuerza  imponderable,  el  más  de  las  fuerzas,  que eternamente  domina  a  las  fuerzas  brutas  y  ciegas. 

Esto  parece  una  contradicción  con  la  ley,  que  hace  ley  la  voluntad  de  las  mayorías,  y no  hay  tal  contradicción,  porque  la  mayoría  es  Shet,  con  sus  28  titanes.  ¿Que  cómo  es mayoría  29,  sobre  200  millones  que  entonces  habitaban  la  Tierra?  Y  no  sólo  son mayoría  los  29  sobre  200  millones  de  encarnados,  sino  que  son  mayoría  sobre  Dos billones  de  espíritus  pertenecientes  como  familia  a  la  tierra,  más  3.500  millones  de desterrados  que  habían  entrado  en  la  Tierra. 

¿Quién  negará  que  el  Rector  de  una  universidad  él  solo  es  mayoría  representativa, sobre  todos  los  profesores  y  estudiantes  de  la  universidad? Y  el  profesor,  ¿No  es  superior  y  por  lo  tanto  mayoría  sobre  los  estudiantes  a  su cargo?  ¿Pero  aparte  de  esto,  que  puede  considerarse  efecto  de  la  sabiduría  superior que  debe  tener  el  rector  y  el  profesor,  es  mayoría  absoluta,  porque  es  la  colectividad  la que  le  dio  su  toda  representación. 

Shet,  con  los  suyos,  está  en  las  mismas  condiciones  de  superioridad  por  sabiduría propia;  pero  es  absoluta  mayoría,  porque  tiene  la  representación  del  «Gobierno  total  del Espiritismo»  en  todo  el  universo,  que  lo  manda  a  regenerar  esta  humanidad;  y  está confirmada  esta  verdad  en  el  Testamento  secreto  de  Abrahán,  cuando  dice:  «Y  cuando vi  a  Eva  que  parecía  Ángel,  la  vi  parir  un  salvador  que  ya  vivió  en  otro  mundo»;  y  lo confirma  Hellí  en  el  mismo  Testamento,  pues  alude  a  éste  cuando  hace  escribir  a Abrahán  que:  «Y  mis  hijos,  que  Ángeles  llamáis,  me  traerán  a  mis  hijos,  que  Demonios llamáis».  ¿Entendéis  lo  bastante? Pues  desde  entonces  aparecen  las  artes  y  las  ideas,  que  han  de  traer  las  ciencias  y el  progreso  que  hoy  tenemos:  y  de  allí  igualmente  parte  el  progreso  no  imaginado,  que viene,  para  el  gobierno  del  espiritismo  en  la  Tierra,  en  el  régimen  de  la  Comuna  de Amor  y  Ley. Y  para  ponderar  el  progreso  que  el  espiritismo  ha  traído,  ¿Tendré  que  comparar  la gruta  o  la  choza  donde  vivió  el  hombre  primitivo,  con  el  suntuoso  y  arquitectónico palacio  que  hoy  lo  cobija?  ¿El  cuchillo  o  hacha  de  pedernal,  con  la  espada  brillante  y templada  con  que  el  supremático  se  defiende,  o  el  maestro  de  artes  mágicas,  domina   aún  a  los  temerosos?  ¿La  mecha  de  sebo  animal  y  el  candil  de  grasas  pestilentes,  con la  mágica  lámpara  eléctrica?  ¿La  tabla  arrastrada  por  sangre  humana  y  la  carreta chirriante,  con  las  monstruosas  máquinas  que  cortan  y  se  adelantan  al  viento?  ¿Los tabelarios  Griegos  y  Romanos,  con  las  ondas  eléctricas  que  transportan  las  palabras? ¿Los  escritos  en  ladrillos,  piedras  o  tablas,  con  el  libro?  ¿La  hembra  desgreñada  y cazada  brutalmente  entre  las  rocas  y  el  bosque,  por  el  feroz  hombre,  con  la  delicadeza de  la  compañera  de  hoy,  que  para  sublimar  los  goces  y  dolores  del  himeneo,  se  alhaja el  lecho  y  se  perfuma  la  alcoba,  consagrando  el  acto  fisiológico,  antes  brutal  y  bestial, en  el  más  alto  acto  gradual    del  sentimiento  de  amor?.   

No.  No  me  podéis  exigir  esas  comparaciones,  que  entrañarían  millones  de  siglos  de evolución,  centenares  de  millones  de  sacrificios  de  los  espíritus  en  aras  del  progreso  e innúmeros  volúmenes  de  la  más  alta  sabiduría,  porque  todo  ello  está  escrito  en vosotros  mismos,  en  vuestro  libro,  que  es  vuestra  propia  alma,  como  está  en  la  mía,  en donde  lo  veo  y  lo  saco  en  extracto,  y  vosotros  tenéis  que  leerlo  por  vosotros  mismos, cuando  vuestra  luz  alumbre  vuestra  conciencia;  pero  os  aseguro  que  no  podréis  leeros, hasta  que  comprendáis  y  confeséis  que  todo  el  progreso  es  del  espiritismo,  y  entonces veréis  la  grande  o  pequeña  parte  que  en  él  tenéis  porque  la  tenéis,  aunque  la desconozcáis  y  aunque  no  queráis... ¿Me  podréis  desmentir  entre  todos?...  Os  aseguro  que  No.  Pero  sería  bueno  que  lo intentarais;  porque  me  confirmaríais  aún  más  con  vuestras  sinrazones.   
Yo, en mi deber, cierro esta primera parte de «El espiritismo estudiado» o «Política del Creador y gobierno del espiritismo», sentando que: Todo el progreso es del espiritismo, porque la Creación existe por el espiritismo.

Joaquín Trincado 

Fuente Bibliográfica 

Trincado, Joaquin, Espiritismo Estudiado, "Todo el progreso es el Espiritismo" Capítulo 10, Buenos Aires, Argentina.


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