15 noviembre 2013

FUNDADOR DE LA EMECU

Maestro Joaquín  Trincado Mateo


Imagen Mtro. Joaquín Trincado Mateo


I. BIOGRAFÍA MTRO. JUEZ JOAQUÍN TRINCADO 


Joaquín Trincado Mateo, fundador de la Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal, nació en España en la provincia Navarra, en la ciudad de Cintruénigo el 19 de Agosto de 1866. 

Sus padres fueron Ignacio Trincado Alfaro y Romualda Mateo de Ayala, quienes contrajeron nupcias el 13 de Abril de 1856. Diez años después de esa unión nació su hijo Joaquín. Siendo muy pequeño sufrió la pérdida de su mamá y más adelante
de su papá por lo que tuvo que vivir un tiempo en una congregación Jesuita, donde fue educado hasta obtener el título de perito electricista No. 22 en Lieja Bélgica. 
El maestro Joaquín Trincado Mateo pasó su niñez y adolescencia en ese pueblo, creciendo dentro de un medio social sencillo. Austero y fraterno, con herencia étnica de arrojo y valentía propia de los vascos: puesto que allí, tanto como en toda la región de Navarra, se posee el carácter del Español fruido de nobleza, altivez y generosidad, propios del ancestro vasco. Antes de cumplir 18 años, estuvo estudiando con los Jesuitas durante 18 meses; donde llego a conocer un poco más los principios católicos 

Entre sus aventuras de juventud, se cuenta su pertenencia a la “Cuadrilla del Culebrón”, un grupo de rebeldes liberales que en aquel pueblo gozaban de popular prestigio a causa de los avanzados principios que sustentaban, y de la moralidad de sus integrantes. 

De esta manera, aun desde la juventud revelaba el maestro sus ansias renovadoras y con tal intensidad y talento, que desde entonces se hacen sentir en quienes lo rodean, la grandeza de su propia misión. 

El jefe del grupo, un liberal de larga experiencia en sus 75 años de edad, en septiembre de 1896 al emprender un viaje le dijo: ”Quisiera tener 30 años menos para verte en tu apogeo, pues sacarás la verdad al descubierto, pero como todos lo que tienen el valor de decir la verdad sufrirás mucho”. Luminoso presentimiento cuyo contenido habría de cumplirse.

Estudió la ciencia de la electricidad, se hizo profesional en el área, y dirigió tanto en Europa como en América grandes instalaciones en el ramo. El maestro fue muy apasionado en el estudio y práctica de la electricidad, En 1906 fundamentó como principio axiomático “La electricidad, fuerza omnipotente y madre de todo lo creado”, "El magnetismo es el resultado del movimiento universal", el cual aplicó luego en todas sus concepciones respecto al fundamento del Universo.

Viajó por Francia, Italia y Portugal acumulando valiosas experiencias de índole académico, puesto que frecuento varias universidades. En la Universidad de Lieja, Bélgica, perfeccionó sus estudios acerca de las Técnicas Electrónicas, hasta obtener con altas calificaciones del respectivo curso, el titulo de “Perito Electricista”, el cual lleva el #22 entre los expedidos por aquella facultad.

Durante ese período practicó la generalidad de los oficios, tal y como lo confiesa él mismo en el libro “Buscando a Dios” en el párrafo IV, titulado Mi Confesión, donde dice: “Oíd hombres todos de la tierra mi confesión, hija de mis convencimientos.

Sin que pudiera darme cuenta hasta poco ha, y desde que he tenido uso de la razón, he sido guiado por todos los caminos mas extraños y en todos busqué algo que no podía encontrar; pasé por todos los hechos de los hombres con excepción del crimen: en todo aprendí; pero en materia de religión, de todas salí escarmentado y descorazonado y mi alma presentía una justicia equitativa; un amor desinteresado; un padre, del modo como lo enseñan las cosas de la naturaleza. He practicado la generalidad de los oficios, (así lo exige mi profesión de electricista) siendo maestro en los más importantes del progreso humano, porque así plugo a la justicia.

De mis escarmientos; de mis desengaños en la religión católica, en la que más he estudiado, porque así a la verdad convenía y hasta he vestido dos años la sotana de jesuita, cuando empezaba mí razón, edad en que se imprimen los hechos para no borrarse de la memoria y, hoy comprendo la mano que me llevaba por tan heterogéneos caminos.

De muy niño (tres años contaba) oí leer varias veces una bula o encíclica de Pío IX, anunciando al mundo, la venida del anticristo y su nacimiento; palabras que en todos los momentos de la vida resonaron en mi mente y sentí en mi corazón; pero no podía ser un hombre aquel monstruo representado en la bula del impío Pío IX, pero quedaba en mí, como grabado en bronce, lo que haría el personaje.

He rodado por el mundo y he entrado en todas partes y no pude reconciliarme con la mentira doctrinal religiosa ni política nunca, y eso fue causa de que, desde la edad en que se razona, (a los treinta y tres años en que la razón reflexiona con peso) sentía un vacío que en ninguna parte llenaba; solo el trabajo era el que endulzaba un tanto mi existencia, y aun en grandes reuniones, siempre estaba solo dentro de mí mismo y en todo descubría ignorancia, error o fanatismo.

Hubo un momento de júbilo en mi espíritu: asistí a un congreso del libre pensamiento y, hermosas palabras resonaron de libertad y fraternidad; pero ¡hay! la mordaza de las leyes por un lado; las conveniencias sociales por otro; los prejuicios religiosos y la falta de los verdaderos conocimientos de fraternidad y el materialismo dominante, me hicieron sacar dos puntos de provecho: uno, que el prejuicio todo lo coarta; y el segundo, que si ya había hombres que en público exponían sus ideas aunque un tanto erróneas por falta de conocimientos de un Dios común y universal, sólo era necesario probarles a esos hombres esta existencia, sus atributos y las verdades eternas; y estos hombres, que ya están al principio del sendero, lo recorrerán afanosos para llegar al camino ancho de la luz y les será recorrido el velo que el prejuicio les cubría.

Formado este propósito, emprendí mi estudio, persiguiendo la luz que en mi razón veía; recorrí todos los caminos que quedan expuestos, llegando a momentos desesperados por la maldad que en todas partes veía; pero mi razón me animaba al trabajo, en la seguridad de que otros hombres de justicia y verdad seguirían por otros senderos y porque la voz del Anticristo la oía estridente. ¡Adelante, Adelante, Adelante! Y, yo, con afán seguía, siéndome extraño el mundo y sus cosas, hasta que vislumbré la verdad y ví, que todo es justicia cuanto en el mundo pasa y en mi se había cumplido inexorable.

iOh feliz día, en que estando a las puertas del suicidio después de haber esquivado el asesinato que contra mí se había fraguado, cayó el velo y vi al Dios todo Amor, como mi alma lo concebía, como mi razón lo admitía, como es el Padre Universal! Murió el hombre errado, y sobre sus despojos, renacía el hombre digno de ese nombre. Apareció el figurado o verdadero, pero temido Anticristo y la humanidad conocerá la eterna verdad; la ley inmutable; el Dios Amor.

Confieso, pues, al universo entero, que mi alma rebosa alegría y se alegra en Dios Padre de Amor, porque encontré su asiento y lo señaló a la humanidad para que lo conozca y lo adore sin prejuicios en espíritu y verdad, sin equívocos, sin temores y con amor.

Confieso, que mi alma, satisfecha del trabajo realizado, principio de mi trabajo y deber, no por el galardón que esperar pudiera, sino por el amor a mis hermanos del mundo todo que luchan en la duda horrible que a mí me destrozó largos años por los prejuicios y falsos principios que de sus Dioses nos imponen las religiones positivas, que torcieron su camino y arrastraron a las generaciones por el camino de la equivocación.

Confieso mi alegría, porque mi alma sabe a ciencia cierta, lo que es Dios que solo es Amor y el asiento donde siempre ha estado, pero que fue cubierto del todo de las pasiones por los sacerdotes del altar de todas las religiones, consiguiendo, por su concupiscencia borrarlo de las conciencias, encendiendo odios y guerras, en las que se han destrozado hermanos con hermanos.

Confieso, que en mi desesperación, por encontrar todos los caminos obstaculizados que conducen a la gran Sión, caí, como muchos otros, en la negación de Dios. Pero en mi alma, había un ser increado que no se puede negar sin negar nuestra propia existencia y, hoy veo, que a quien negué, no sólo lo niego, sino que condeno al no ser; sí, negué, y hoy condeno el Dios monstruo de las religiones, entre las que, la católica y cristiana, es la negación absoluta del Dios de Amor y, a éste, no lo negué. Lo presentía y lo encontré y lo manifiesto.

Confieso, que me avergüenzo de haber pertenecido a la iglesia católica y reniego del nombre católico y cristiano y desconozco todos los dogmas, misterios y sacramentos, que solo el despotismo, el orgullo y la concupiscencia de los sacerdotes pudo inventar, constituyendo la mayor de las vergüenzas para las generaciones que han pasado en su imperio.

Confieso, finalmente, que estoy en el camino de la luz y que en mi camino encontré (no como hombre y sí ideal) el "Anticristo" anunciado y denunciado por Pío IX, cuya confirmación me ha sido hecha por el Espíritu de Verdad. Dios Amor, me entregó la balanza para el Juicio Universal a los espíritus y los hombres y que en juicio estamos; que el espiritismo, (no el espiritualismo) es la religión del alma, (si de religión necesita aun el hombre) la que adora al Dios Amor en espíritu y verdad como lo proclamó Jesús, en el infinito templo del universo, en el altar del corazón del hermano, cuyo sacerdote es la conciencia y cuyo credo no puede ser dogmatizado ni materializado, porque el hombre tiene el libre albedrío y de cuyos hechos es responsable: que me fue entregado ante el Espíritu de Verdad, el testamento de Abraham, que es el contrato de Dios y los hombres, en el que nadie es desheredado; y por fin; ante el Dios Amor; del universo entero con el que estoy en comunicación; ante Jesús, mesías de la libertad a quien juré libertar del oprobio del Cristo; ante el mundo tierra y ante el Espíritu de Verdad que me confirma, juro por última vez cumplir la misión que se me ha confiado con la ayuda prometida, del Espíritu de Verdad, jefe superior de los espacios; de Jesús, de su madre María principales interesados en la rehabilitación de la humanidad; de todos los espíritus de luz y progreso y de todos los mundos de la cosmogonía, cuya voz me llegó para honor de los hombres, elevación de los espíritus y gloria del Dios Amor.

Buenos Aires, Febrero 11 de 1911, 11 de la noche, en que recibo el beso de mi madre, de esta existencia en el momento de desencarnar en España”.

En 1903 viaja de Europa a Argentina en el carguero “Barenguer el Grande”, dirigiéndose a la promisoria tierra del continente americano. En Argentina prosigue su lucha de hombre y tuvo un periodo de creciente prosperidad económica, cuyos frutos unidos al nostálgico recuerdo de la patria lejana le inspira el deseo de regresar a Europa y descansar. Pero cuando menos lo prevé, sobreviene un descalabro económico que lo deja en la ruina y lo amenaza con el descredito.

Entre las adversidades que entonces le ocurren, se halla la usurpación de su invento de “calefacción eléctrica”, hoy día de uso común en el mundo. Y tal llega a ser su desesperación y pobreza, que piensa suicidarse. Tras ello, busca consuelo y orientación en una vieja sociedad llamada “La Constanza”, donde se producían los fenómenos de levitación, traslación, materialización, parlancia y sonambulismo y se practicaba la comunicación espiritual, en un ambiente plagado de misticismo, supremacía e ignorancia. Allí presencia por vez primera el fenómeno medianímico y por uno de los médium se le habla de su misión aunque someramente. Al final le dice el comunicante en presencia de más de cien asistentes: “Muy grande, pero dura es tu misión, y triunfaras, pero no te vengues ni te suicides”. Esto le ocurre en 1909. 

Contrae nupcias nuevamente, con Mercedes Riglos Cossis, descendiente de ilustre familia, y con ella procrea tres hijos: Juan Donato, Ana Joaquina e Ignacio.

El maestro presentía que existía algo más allá de las filosofías y creencias de su tiempo; esto lo lleva a investigar lo relacionado con los espíritus, cuyas prácticas se daban en asociaciones espiritistas que estudiaban las obras de Allan Kardec, Flammarion y otros científicos.

En 1909 presencia por vez primera el fenómeno medianímico y por uno de los médium se le habla de su misión aunque someramente. Al final le dice el comunicante en presencia de más de cien asistentes: “Muy grande, pero dura es tu misión, y triunfaras, pero no te vengues ni te suicides”. No contento con los métodos de practicar esta Doctrina, en donde imperaba el fanatismo, la superchería y el misticismo religioso, se retiró de aquellas agrupaciones anunciando que "fundaría otra Escuela que principiaba donde se quedó Jesús".

Estas palabras crearon mucha conmoción a varios enemigos, pero él se retiró con los que le siguieron a su "oratorio". En 1910 comienza a descubrir en sí mismo facultades como la escritura mecánica inspirada, el desdoblamiento, la videncia, audición (autófono) y la telepatía consciente; lo que le facilitó principiar a escribir la obra filosófica que le dictan espíritus superiores, la que tituló "Espiritismo Luz y Verdad", columna vertebral de la nueva escuela, no permitiendo ya la amalgama espiritualista de religión y ciencia que se había practicado en los centros a donde perteneció.

Para el desarrollo de su misión, contó con otros elementos brillantes como Marciana Palacios (Medium Parlante), Pedro Portillo (Medium de posesión) y José González (Vidente) los que complementaron sus facultades, dedicándose a escribir con ahínco, trabajando diariamente de 18 a 20 hrs., para legar a la humanidad más de 40 volúmenes que forman la "Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal", que declara fundada el 20 de Septiembre de 1911, en Buenos Aires, Argentina, no permitiendo que esta doctrina, dada en el idioma español, fuera traducida a otros idiomas, para no perder la riqueza del lenguaje, simplicidad para traducir la ideas y facilidad de aprendizaje para todos los que no llegan a las Universidades.

De 1909 a 1911, el maestro escribe el libro “Buscando a Dios”, el primer libro de su producción literaria, el cual publica 20 años después en 1931. En este libro aconseja “estúdiate a ti mismo y te verás tan grande como de donde procedes”.

En Agosto de 1916 publica el “Método Supremo” o “Magnetismo en su Origen”

En Agosto de 1919 publica “Espiritismo en su Asiento”.

En Marzo de 1920 publica “la Filosofía Austera Racional”.

En Enero de 1922 publica “los Cinco Amores” y “Profilaxis de la Vida” (Escrito en 1915).

En Junio de 1924, publica el “Conócete a ti mismo” (escrito entre 1913 y marzo de 1914).

En Noviembre de 1929, publica “Los Extremos se tocan” (escrito entre 1914 y 1916).

En Octubre de 1934, publica el “Código de Amor Universal”. 
Otras obras como “Alfaquí Vademecum” (o “el maestro va conmigo”), “El folleto del obispo Strossmayer”, “María, Madre de Jesús ”, “Jesús, Hombre y no Dios”, “el Cuestionario Espiritista Racionalista”, escrito expresamente para niños y dos tomos de la “Filosofía Enciclopédica Universal, cuyos otros 10 tomos se hallan aún inéditos, al igual que la “Autografía del Memorial del Electro-Magno”, “el prontuario o resumen del Credo”, el Libro Rojo, “la justicia en Acción”, y otros textos cuyo destino aún es desconocido y permanecen sin publicar y sin divulgación conocida.

En 1912 viaja al Oriente y en Jerusalen fue recibido por los guardianes de la Escuela Esénica (Kábala) quienes después de haberlo retejado, le entregaron documentos y pergaminos clave para desentrañar las patrañas religiosas y errores de la Historia Universal, recibiendo también la orden de abrir una Escuela, continuadora de la Kábala, ahora a puerta abierta para todo el mundo, destruyendo sofismas, mentiras y tergiversaciones de la vida personal de los grandes profetas.

Además de escribir incansablemente sobre el Espiritismo, se dió tiempo para promover el progreso y la unidad de los pueblos de habla hispana, elaborando un Referéndum básico que aceptaron las naciones del Continente el 12 de Octubre de 1921 al integrar la Unión Hispano Américo Oceánica (U.H.A.O) con el símbolo de la bandera de 7 colores del Arco Iris y el árbol español de Guernica.

En 1925 funda la Organización Templo Azul Racionalista (OTAR) para la unificación de los científicos e intelectuales y luego el "Círculo Defensor del Maestro", para unificar la educación laica que deben impartir los maestros docentes.
El 25 de Julio de 1931, funda la Colonia "Jaime" en Santiago del Estero, República de Argentina, que aún existe, como modelo para el mundo.

La nueva Escuela que fundó, tuvo gran aceptación desde su inicio y su éxito permitió que en 24 años se establecieran en América 172 sucursales que denominó Cátedras.
Para su operación administrativa, estableció una férrea disciplina hacia el Reglamento Interno, los Estatutos, Circulares y artículos de la revista Oficial "La Balanza" de las que se conservan 272 ejemplares en donde se detalla la Personería Civil de la Escuela y sus Autoridades, con instrucciones jurídicas para que los Gobiernos del mundo, reconozcan la Escuela como Institución educativa, filantrópica y cultural, con estudios propios y métodos científico-metafísicos para el estudio y práctica de los fenómenos de los espíritus sobre la materia.

El 6 de Diciembre de 1935, tras su desencarnación (fallecimiento), ya había fundado y puesto en funcionamiento 184 Cátedras, en Argentina, México, Venezuela, Guatemala, Puerto Rico, Estados Unidos, Honduras, Salvador, España, Santo domingo, Cuba y Nicaragua. Deja funcionando totalmente la denominada “Colonia Jaime”, y “la colonia Los libertadores”. Así mismo, dejó como cabeza de la Escuela a su esposa María Mercedes Riglos Cosís, la que delega su autoridad en su hijo mayor Juan Donato Trincado, quién desencarna en 1992. Sus herederos actuales, depositarios de las obras inéditas, residen en Buenos Aires y la Provincia de San Juan.









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